miércoles, abril 24 2024

por Alejandra Gómez Macchia

Ser actor en Puebla podría ser considerado un deporte de algo riesgo por lo pauperizada e infravalorada que es la profesión.

Es un milagro, dadas las condiciones –poco ventajosas– para aquellos apasionados de las tablas.

Son muy pocos los histriones poblanos que han logrado destacar en el teatro, y ya ni sé diga en la televisión, si es que deciden echar raíces en esta ciudad angélica… con tanta historia que contar pero con tan pocos oídos para escuchar.

Ángel Cerlo es un es esos casos extraños que consiguieron hacerse de un nombre en la escena, pero tvo que ser fuera de nuestras fronteras.

Su vocación fue descubierta tardíamente luego de haber cursado la carrera de economía en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; aunque años atrás, en la secundaria, tuvo un maestro que lo invitaba como oyente a los talleres de teatro que impartía.

Imaginemos entonces a un economista, que aparte ya había formado una familia, despertar un día sintiendo que no estaba en su lugar a pesar de tener un espacio seguro y privilegiado en la planta de la Volkswagen.

Es de locos quemar naves y partir hacia un derrotero nuevo para sumergirse a un ambiente tan complicado y competido como es el actoral.

En México hay una tradición de teatro muy selecta, casi siempre ubicada por dinastías que se han dedicado y han acaparado los espacios.

Fue gracias al maestro Soler que Angel Cerlo despegó.

Cuando uno ve a nuestro personaje caminar, platicar, y desenvolverse frente a una luz y un disparador como lo es la cámara, inmediatamente te das cuenta de su dominio corporal y escénico.

Cabe mencionar que a la par de su carrera como histrión, Ángel aseguró –de alguna u otra manera– la estabilidad de su patrimonio al formar una empresa dedicada a la producción, no sólo cinematográfica, sino de toda clase de contenidos visuales.

Junto con otro poblano aventurero, Jordi Bachbush, hizo el uno dos con Cerlo a la hora de generar contenidos multimedia, publicitarios y musicales.

La irrupción de las plataformas de streaming cayeron como anillo al dedo para muchos actores que no tenían exclusividad en las grandes cadenas televisivas, y peleaban por lugares dignos en dentro del boom de el cine nacional que se dio a partir del último tramo del siglo XX.

Cerlo ha tenido la oportunidad –y la valentía– de nadar en las aguas turbulentas de un medio tan complejo, tan competido, y en muchas ocasiones, tan ingrato, como lo es la carrera de actor.

¿Cuántas veces no hemos visto portentosos talentos desperdiciados porque la industria voraz siempre se  decanta por figuras confeccionadas en foros televisivos que venden, no arte, sino un producto comercial… que es lo más parecido a un supermercado de carnes. Amazon, Netflix y HBO son algunas de las plataformas en las cuales podemos encontrar el trabajo de Ángel Cerlo.

Asimismo, en su faceta de empresario, en el año 2021 fue la cabeza creativa de la exitosa campaña gubernamental para posicionar la marca del Estado nombrada como Tienes ganas de Puebla. Esta campaña fue pergeñada por la secretaria de economía, Olivia Salomón.

Sin duda fue una de de los éxitos más visibles en el periodo del gobernador Barbosa.

Actualmente está por estrenarse la película Héroes, grabada casi en su totalidad en nuestro estado, y dirigida por Ricardo Arnaiz, un director que ha conseguido el reconocimiento de la del showbizz, sobre todo gracias a sus películas de animación; la más

laureada internacionalmente es la Nahuala.

En Héroes (próxima a estrenarse en septiembre), vamos a poder ver a Ángel en uno de los papeles  más importantes para comprender ese viejo mito de los niños héroes.

Queda claro que para un actor el alimento más nutritivo es ver cine, escuchar música, leer dramaturgia.

Cerlo tiene especial fascinación por las obras de Bernardo Bertolucci, Coppola, Tarantino y ante todo, Martin Scorsese.

Toro salvaje es una de sus películas favoritas y capitales.

En la sesión fotográfica que ilustra este breve perfil, leyó embebido fragmentos de Romeo y Julieta, de Shakespeare. Cualquier actor que se respete, queda claro, debió haber pasado por alguna de sus obras.

Es curioso, y poco usual, que un artista sea reconocido en la tierra que lo vio nacer, pero  afortunadamente Ángel Cerlo es uno de esos casos en los que un artista triunfa en el suelo donde se oxígenó su pasión.

 

 

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