jueves, marzo 28 2024

Por: Mario Alberto Mejía

Herberto Rodríguez Regordosa conspira.

No sólo él.

También lo hacen Fernando Treviño, Carlos Solana y José Díaz de Rivera.

Los líderes de los organismos empresariales pretenden que el hijo de don Herberto Rodríguez Concha sea el próximo presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

Según Herberto (uno de los adictos a Enrique Cárdenas Sánchez), él es el único que puede ser un contrapeso frente al próximo gobernador constitucional, Miguel Barbosa Huerta.

Quienes lo conocen dicen lo contrario.

Lo que Herberto busca, juran, es una amnistía.

Es como el soldado derrotado que trata de ser capitán para negociar un mejor salvoconducto.

Dos de estos personajes, faltaba más, buscaron tenderle a Barbosa una celada con la complicidad de Emilio Baños, rector de la UPAEP.

Tras la visita que hizo en campaña a esa universidad, el hoy gobernador electo aceptó la invitación de Baños a dialogar en privado.

La sorpresa que se encontró fue que ahí estaban Treviño y Solana para orillarlo a aceptar un debate organizado por los líderes de las cámaras empresariales.

Barbosa ni siquiera los escuchó.

Con un portazo canceló cualquier posibilidad sobre ese tema.

Sabía, además, que todos ellos apoyaban a Cárdenas indiscriminadamente.

Y éstos, como el candidato perdedor, son igualmente polutos.

Unas fichitas, pues.

Hoy, por lo pronto, se preparan para tomar el cielo por asalto.

Tienen dos problemas:

Uno, el principal, con el próximo gobernador.

Y dos: con sus agremiados, quienes no los quieren ni rostizados.

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Dos Nombramientos en el Gabinete

Ricardo Velázquez Cruz es un magistrado estudioso y serio.

Esos valores llevaron a Miguel Barbosa a nombrarlo desde ya Consejero Jurídico del gobierno que arrancará el 1 de agosto.

Su trayectoria lo dice todo.

Y es la que habla por él.

No todos pueden hacerlo.

Ricardo es, igualmente, un gran lector de la historia de México.

Esa pasión es desde hace tiempo la del gobernador electo.

Los astros se alinean después de la lluvia.

Otro nombramiento: el de Julio Glockner como secretario de Cultura.

(Hasta hoy sigue estando al frente de esa área con los neandertales que gobiernan San Andrés Cholula).

En el camino se quedaron la actual subsecretaria Montserrat Galí (odiadora profesional de todo lo que se mueva) y una ex secretaria taquimecanógrafa.

Glockner y Galí provienen del Instituto Ponchito y guardaron en su momento una cercana amistad con Alfonso el Sabio.

Hoy, sin su Padre Nuestro, son figuras en la niebla poblana.

Glockner tiene una virtud: es un hombre estudioso y preocupado por el patrimonio cultural.

Sólo un problema tiene: la sombra de don Goyo.

En su momento fue el padrote cultural del célebre tiempero del volcán.

Hoy, metido en una humildad franciscana, está de regreso.

Bienvenido a la zona de los sapiens.

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