¿Nos sentimos o estamos inseguros?
A ras de suelo
Por Iván Juárez*
Ser parte de una organización de la sociedad civil y tener la oportunidad de trabajar en la generación de respuestas para muchas de las problemáticas que las personas enfrentan en su día a día es tanto privilegio como una gran oportunidad. Ahora bien, que esa organización tenga como eje de trabajo la seguridad (pública) y la justicia incrementa la responsabilidad, la dedicación y sobre todo la necesidad de comunicar con veracidad los recursos que se generan en el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado (CCSJ). Uno de estos recursos es el conocimiento.
En enero pasado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU), correspondientes al último trimestre de 2019. En aquella ocasión, el municipio de Puebla se ubicó en la primera posición de entre 86 centros urbanos del país, como la ciudad con mayor percepción de inseguridad con 92.7 puntos de 100, es decir, poco más de 9 de cada 10 personas entrevistadas afirmaba sentirse insegura.
A partir de este dato comenzaron a circular en diferentes canales, medios y plataformas mensajes equivocados, que más bien pretendían ubicar a la ciudad como la más insegura del país, afirmación bastante alejada de la realidad. Incluso, el Observatorio Ciudadano de Seguridad y Paz (OCSEPAZ) mediante un análisis ubicó a la ciudad de Puebla en el lugar 40 por incidencia delictiva, en comparación con los municipios y alcaldías analizadas en la ENSU, que como mencionamos antes son 86 en total.
Hace unos días se publicó la actualización para el primer trimestre de 2020 de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana, donde Puebla pasó del lugar 1 al 14 en el ranqueo de ciudades con mayor percepción de inseguridad, logrando disminuir 5.9 puntos, quedando en 86.8.
La Angelópolis se encuentra debajo de ciudades y de la alcaldía de Ciudad de México como Ecatepec, Coatzacoalcos, Iztapalapa, Chilpancingo y Cuernavaca, entre otras, pero también está muy lejos de las ciudades de San Pedro Garza García, Mérida o Puerto Vallarta, en las cuales no más de 3 personas de cada 10 se sienten inseguras.
En este sentido es muy importante aclarar que la noción de seguridad, aquella en la que es afectada nuestra integridad por terceros, se divide en objetiva y subjetiva. La primera es la posibilidad real de ser víctima de un delito en el entorno en el que nos desenvolvemos, la segunda es definida por cómo sentimos y percibimos ese riesgo, el cual no necesariamente tiene vínculo con la realidad del comportamiento delictivo.
La seguridad objetiva se materializa mediante la estadística que recoge toda aquella actividad ilícita o delincuencial que tiene evidencia de la existencia de tal hecho, como por ejemplo las denuncias o mejor dicho las carpetas de investigación. En el caso de la seguridad subjetiva se torna complejo, ya que cada individuo mediante sus experiencias interacciones y la composición de su entorno define su idea de seguridad. Esta noción también genera desconfianza y fragmentación en las comunidades, por ello es muy importante siempre tener la información más puntual, veraz y transparente posible.
Para ser más concreto comparto un ejemplo. Si camináramos por la noche en la calle “A” que está bien iluminada, con banquetas limpias, árboles podados, sin baches y una u otro vecino andando a la par es muy probable que nos sintamos seguridad. Por el contrario, la calle “B” está abandonada, sucia, poco iluminada y de la que anteriormente hemos escuchado que se realizan asaltos o actos vandálicos, difícilmente podríamos disfrutar nuestra caminata. Subjetivamente no estaríamos seguros. Sin embargo, resulta que en la calle “A” se han cometido cinco robos en las últimas dos semanas y en la calle “B” ni uno solo delito se ha cometido en el mismo periodo. Objetivamente la calle “A” es más insegura.
En el CCSJ trabajamos para que las personas cuenten con información que les ayude a reflexionar sobre la seguridad y su papel dentro de ella. Nos preocupamos por construir ciudadanía activa, pero para lograrlo es muy importante tener información. Por ello cada semana en este espacio compartimos reflexiones para abonar al desarrollo de las comunidades y, así poder entre todas y todos cimentar ambientes de paz.