Siete restaurantes para vivir la experiencia poblana a tope
por La Marquesa de Saltapatrás
A los poblanos nos gusta comer bien. En realidad, si somos de buen diente y de gañote aventurero, podríamos comer de lujo en nuestras propias casas; bastaría quitarnos la flojera y poner manos a la obra en la cocina. La gastronomía poblana es una de las más ricas y variadas del país, sólo compite con la Yucateca y la oaxaqueña. Pero ojo, los poblanos tenemos además una fusión muy fuerte con los españoles (de Cholula y los de a devis) y con los libaneses. Por eso podemos encontrar casas y restaurantes en donde este maridaje ofrece toda una aventura al paladar.
Algo que a lo mejor no nos gusta asumir, pero que es la mera realidad, es que más allá del blof y de algunas actitudes grandilocuentes, a veces podemos andarnos tronando los dedos por falta de lana, sin embargo, qué más da propinarle un golpe a la tarjeta de crédito o gastarnos la quincena con tal de no perder la oportunidad de salir a comer o a cenar fuera de casa. Para ese tipo de práctica, recomiendo siete restaurantes a los que, si eres un poblano orgulloso, no puedes dejar de ir; ya sea porque se come estupendamente o por el simple hecho de figurar en la escena. Todos estos lugares están probados por los glotones más reconocidos de la aldea, y son garantía de buen provecho y también de estupenda fama para conocer gente y hacer negocios al calor de la comida y los alcoholes.
EL MAIZAL
Está encallado en el hotel La Casona de los Sapos. Su carta es peculiar porque cambia constantemente y ofrece menús de degustación con platillos estrambóticos de ingredientes pocas veces utilizados en la cocina poblana. Los chefs que obran este milagro se esmeran en que el comensal salga profundamente satisfecho con las mezclas locas de sabores y texturas. Aquí la carta de bebidas es igualmente atípica, ya que son puras marcas artesanales. Mezcales, vinos y cervezas de productores nuevos, así que si vas no pretendas echarte una cerveza Indio o un Bacacho. La experiencia de autor es total. He ahí su encanto.
EL DESAFUERO (Y EL SEGUNDO AIRE)
La cocina española llevada al más alto nivel en toda la ciudad. El desafuero tiene años y años siendo el lugar que te garantiza comer como desaforado sin que hagas gestos. Se trata de un sitio relativamente pequeño y muy sobrio en donde puedes salir muy ebrio de felicidad y de excelente vino. Durante los días laborales es recurrente encontrarte a la clase política y al alto pedorraje empresarial, lo cual a mucha gente le atrae. En su versión del centro histórico, llamado El Segundo Aire (en la parte baja del Hotel La Perla) ofrecen la misma carta y casi casi la misma sazón. Sólo que ahí sí se congregan más los turistas y las familias… lo decimos por aquellos que no les encanta toparse con políticos. ¿Quieres un buen plato de Jabugo y de queso ovejero? ¿El mejor pescado a la sal y los pimientos de Padrón que pocas veces se ven en estas coordenadas? Ve al Desafuero. Ha sido nombrado y reconocido en varia publicaciones nacionales y extranjeras como uno de los mejores lugares para comer en Puebla, y yo añadiría que en México. Un restaurante en el que vale la pena gastarse la quincena sin culpas.
CASA REYNA
Aparte de poseer una de las mejores cocinas poblanas, este hotel y restaurante está repleto de detalles muy poblanos que encantan. Talavera pintada en colaboración con grandes artistas y las mejores mermeladas caseras. Además, es una casona que ofrece distintos spots para hacerse la foto… por si eres de esos que come poco pero que te gusta el show en las redes sociales. En temporada de Chiles en Nogada siempre es garantía. Te dan hasta el número de serie del chile con un certificado. Los costos no son exorbitantes y el ambiente es muy familiar en fin de semana.
INTRO
Ángel Vázquez es un mago de la cocina, y de él es la idea de un restaurante que ofrece platillos novedosos que a veces da pena arruinar su presentación. Son pequeñas obras de arte efímero… hasta que llegan a tu boca. INTRO tiene un concepto particular; fusiona la alta cocina internacional y molecular con toques de ingredientes muy poblanos. No esperes que las porciones te dejen con mal del puerco, porque son justas para vivir la experiencia. Para atascarse están los fast food de comida china a cucharadas (que también tienen lo suyo). La mixología en INTRO es de las mejores en la ciudad. No te pierdas el Martini Chai, sólo que no más de tres copas… si no quieres salir rebotando.
LA NORIA
Que un restaurante lleve treinta años y siempre esté a reventar habla muy bien de él. La Noria se ha ido transformando con los años y fue creciendo conforme las necesidades de sus clientes. Es un lugar muy muy poblano en el que se juntan muchos muchos poblanos a degustar del mejor mole de Puebla. Es una estancia en la que confluyen el diseño con una fronda de árboles maravillosos que dan sombra y frescura en la terraza. Cada esquina tiene un detalle encantador, y su carta es un collage de platillos mexicanos con un toque contemporáneo. La Noria es una parada obligatoria para el turista que ama comer bien al mismo tiempo de disfrutar de un paisaje natural sumamente cuidado. Un referente en nuestra ciudad.
SILVER MARISCOS
Si lo que te gusta es la comida del mar, ve al Silver. Llamado así en honor a su creador, Silverio Coria, quien comenzó este negocio dentro de un puesto dentro de la Fayuca. Son tan exquisitos y frescos sus mariscos que, si no sales con escamas, es porque te equivocaste de dirección y ahí sí uno ya no responde. La especialidad de Silver son las Jaibas Desnudas, receta infalible y secreta del máster. No te pierdas por nada del mundo los ostiones en su concha, por mucho lo más grandes y frescos de Puebla. Y el arroz Silver, y los langostinos. Hay que llevar estómago porque la carta da cientos de posibilidades de salir satisfecho y bien vigoroso.
El PINGÜINO
Hay una leyenda dentro de este restaurante de culto: que doña Lupita, la dueña y artista del lugar, tiene contratados a extraterrestres que le ayudan a la preparación de los platillos. Es una casa. Debes de tocar la puerta para entrar. Si no eres poblano o si tienes el gusto pervertido, no llegas. Decimos que es un lugar de culto porque lleva años y años siendo el secreto mejor guardado en lo que respecta a cocina del mar. Pero no cualquier cocina. De hecho, su carta es breve, pero concisa. Y es el único comedero en donde encuentras cucarachas de mar y una lonja de pescado al eneldo y almendrado ¡que te mueres! Te atiende personalmente la dueña y su carta de vinos es garantía. Por ahí han pasado los personajes más poderosos y polémicos de Puebla. Otro lugar en el que vale la pena gastarte la quincena sin chillar.