La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía
Dice que es “asesor especial” del gobernador Miguel Barbosa Huerta, que puso a Ricardo Velázquez como consejero jurídico, que puede conseguir plazas mediante la módica suma de 500 mil pesos, que su cercanía con el nuevo gobernador es envidiable, que le habla al oído, que es todoterreno, que es todopoderoso…
Su nombre: Víctor León, abogado sempiterno de la marinista Ana Teresa Aranda y asesor, ahí sí, de Claudia Rivera Vivanco, fallida alcaldesa de Puebla.
A todo mundo le presume su cercanía con Barbosa Huerta, tanto así que les dice a los incautos que con medio millón de pesos les puede tramitar plazas de directores jurídicos en las diversas Secretarías del gobierno del estado o, en su defecto, direcciones del Registro Público de la Propiedad o del Registro Civil en los ayuntamientos.
Es todo un personaje este abogadito engañabobos.
O como diría el gobernador: una “fichita”.
A bordo de su viejo Porsche amarillo, nuestro personaje se siente Santo (el Enmascarado de Plata) en las tardes lluviosas, y se dice a sí mismo: “Soy asesor especial del gobernador”.
Luego reparte su mentira en las mesas en las que se sienta y lucra con esa falsa posición.
Cómo olvidar que fue Victor León quien dijo empecinadamente, hace algunos meses, que el delito de tortura por el que se acusaba al ex gobernador Mario Marín Torres ya había prescrito.
(Ese delito, faltaba más, no prescribe jamás).
Su ignorancia no tuvo límites aquella vez, y otras, pero sumada a las mentiras que anda contando su situación patibularia asusta.
Esa personalidad esquizofrénica pronto lo enfrentará con la triste realidad.
Esa realidad en la que su única clienta es la inexperta presidenta municipal de Puebla.
Ella sí le cree y, en consecuencia, lo recompensa generosamente a través de varias dependencias del ayuntamiento como Infraestructura, Gobernación y Limpia.
Es claro que León no tiene los alcances ni la cercanía para recomendar al brillante Ricardo Velázquez, menos aún para ser el asesor especial del gobernador.
No sea imprudente el hipócrita lector y guárdese el secreto.
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Ingenuidad e Ignorancia: 2 Estrellitas en la Frente
En la primera mañanera de Miguel Barbosa Huerta hubo dos alusiones a Claudia Rivera.
Una reportera le preguntó su opinión sobre quienes dicen que habría que revisar la autonomía del municipio de Puebla antes de firmar convenios con el gobierno del estado en materia de seguridad.
Sin decir su nombre, el gobernador sonrió burlón y soltó una ironía que hizo quedar a la inocente presidenta como ignorante.
En otro momento, en respuesta a una pregunta sobre el acuerdo de Cabildo para desconocer el contrato con Aguas de Puebla, Barbosa Huerta sonrió de nuevo y metafóricamente dijo que el gesto era más que inocente.
Eso sí: aclaró que no está en su ánimo polemizar con ella ni mucho menos.
Un gesto caballeroso ante la enjundia ignorante de la señora presidenta.