jueves, noviembre 21 2024

Por unanimidad de votos, el Consejo Universitario de la BUAP aprobó el Proyecto Anual de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2019 que asciende a 6 mil 872 millones 384 mil 172 pesos, el cual incluye un plan de contención del gasto. Cerca de 80 por ciento de esta partida se destina al pago de nómina de los trabajadores de la Institución.

Este monto integra el subsidio ordinario federal de 4 mil 227 millones 425 mil 593 pesos, el subsidio ordinario estatal de 2 mil 57 millones 537 mil 979 pesos, los ingresos escolares por 287 millones 420 mil 600 pesos y el apoyo extraordinario del gobierno del estado por 300 millones de pesos.

En la segunda sesión extraordinaria del año, ante el pleno del Máximo Órgano de Gobierno de la Institución reunido en el Salón Barroco del Edificio Carolino, el rector Alfonso Esparza Ortiz señaló que las medidas de austeridad  “son necesarias para mantener el crecimiento de la Institución y cumplir la meta es  tablecida para incrementar la matrícula y que existe la posibilidad de aceptar a más jóvenes que contribuyan al progreso de la nación”.

Por otra parte, reconoció el trabajo colegiado de los integrantes de este Consejo Universitario, el cual será renovado en fechas próximas, como un órgano encargado de validar, discutir, aprobar o cuestionar temas tan importantes en la vida institucional, como la aprobación del presupuesto 2019.

En la presentación de este proyecto, presentado por Alfonso Esparza, Óscar Gilbón Rosete, titular de la Tesorería General, dio a conocer que el presupuesto es austero y con restricciones para atender el pago de nómina –poco más de 5 mil 500 millones de pesos-, adquisición de materiales y suministros, servicios generales, ayudas sociales, bienes muebles e intangibles e inversión pública (infraestructura).

Se considera ejercer medidas de contención del gasto, entre estas disminuir la contratación de personal por honorario, el ajuste de 10 por ciento menos de la nómina de las áreas administrativas, no habrá partida presupuestal para la adquisición de vehículos nuevos y reducción del parque vehicular. Se centralizan los recursos financieros en su totalidad canalizándolos en actividades prioritarias para la Institución.

Asimismo, se revisa la política de apoyo a viajes por eventos académicos y consumos de telefonía fija y móvil. Se efectuará una reducción del 10 por ciento del gasto de operación en general, se instaura un programa de separación voluntaria para personal no académico, y los gastos de combustible solo aplicarán cuando sea para vehículos oficiales.

Gilbón Rosete subrayó que estas medidas contribuirán a ejercer responsablemente los recursos asignados y alinearse a una política de austeridad en la que están inmersas las instituciones de educación superior, con el fin de mantener un sano equilibrio financiero.

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