domingo, noviembre 17 2024

Si una mujer embarazada respira aire contaminado puede enviar hollín (carbono negro) más allá de sus pulmones, hasta su útero, donde se incrusta en la placenta y afecta el desarrollo del bebé, reveló una investigación realizada en Bélgica.

Análisis de muestras de placenta recolectada después de que 20 mujeres en ese país dieran a luz, revelaron la presencia de hollín incrustado dentro del tejido, reportaron investigadores del Centro de Ciencias Ambientales y del Instituto de Investigación Biomédica de la Universidad de Hasselt, Bélgica.

En un artículo publicado en la revista británica Nature Communications, los científicos dieron a conocer el hallazgo y precisaron que la cantidad de carbono negro en la placenta se correlacionó con la exposición de las mujeres a la contaminación del aire, estimada en función de las emisiones detectadas cerca de sus hogares.

“No hay duda de que la contaminación del aire perjudica a un bebé en desarrollo”, afirman los especialistas y las madres que se exponen a contaminación del aire regularmente pueden tener bebés prematuros o con bajo peso al nacer.

Explican que estos problemas de desarrollo se han relacionado con una respuesta inflamatoria a la contaminación del aire en el cuerpo de una madre, incluido el interior del útero. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que las partículas contaminantes “llegan al bebé en desarrollo”.

Para su análisis, los investigadores utilizaron iluminación láser pulsada de femtosegundo (unidad de tiempo que equivale a la milbillonésima parte de un segundo) para analizar las partículas halladas en el tejido.

Esa técnica implica el uso de ráfagas láser extremadamente rápidas para excitar electrones dentro del tejido, que luego emiten luz, cuyo color varía según el tejido en el cual se apliquen. Se sabe que el rojo muestra el colágeno y el verde las células placentarias, pero en el caso del carbono negro libera luz blanca.

Las partículas de carbono negro realmente destacan de manera única del resto del tejido, subrayan los investigadores y detallan que la cantidad de hollín encontrado en la placenta de las 20 mujeres varía según los niveles de contaminación a los que estuvieron expuestas.

Este estudio analizó particularmente el carbono negro, un contaminante emitido en la quema de combustibles fósiles como gasolina, diesel y carbón, por lo que los científicos sugieren a las mujeres embarazadas alejarse en lo posible de las fuentes de contaminación.

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