domingo, diciembre 22 2024

Por Redacción

Casa Analco, una construcción que data del siglo XVIII, custodiada por la Facultad de Arquitectura de la BUAP, cuyo proyecto de restauración es un modelo de vinculación de la Universidad con la comunidad, en beneficio de los habitantes de la zona.  Desde 2018, estudiantes y profesores de esta unidad académica, vecinos y voluntarios, se suman a recuperar la historia y conservar este espacio situado en un barrio emblemático de la ciudad de Puebla.

Localizado en la manzana principal del Barrio de Analco, detrás de la parroquia, en la esquina de la 14 Sur y 7 Oriente, en sus condiciones actuales este inmueble no es habitable por deterioros severos en losas y muros de la planta alta. Estas desventajas son vistas como fortalezas para promover acciones colectivas de limpieza, mantenimiento preventivo y para habilitar los espacios.

“Como otros barrios, Analco se transforma por diferentes circunstancias; buscamos rehabilitar este edificio en beneficio del barrio”, refirió la doctora Adriana Hernández Sánchez, investigadora de la FABUAP, responsable del proyecto.

Ejemplo en la gestión de espacios patrimoniales

En el proyecto Casa Analco están involucrados alumnos de los tres colegios de la Facultad de Arquitectura (FABUAP): Arquitectura, Urbanismo y Diseño Gráfico; así como grupos que promueven la participación ciudadana, en este caso Re Genera Espacio, conformado por estudiantes, investigadores y egresados de esta unidad académica, quienes desde 2012 trabajan en barrios del Centro Histórico de la ciudad.

Adriana Hernández Sánchez, doctora en Espacio Público, Regeneración Urbana y Conservación del Patrimonio, por la Universitat de Barcelona, indica que el primer paso fue elaborar el proyecto ejecutivo de manera conjunta con la Dirección de Infraestructura Educativa y darlo a conocer a las comunidades de la FABUAP y de Analco para su colaboración. Para una primera intervención se gestionó un recurso con la Rectoría de la BUAP.

Como parte de las labores de reparación, se promovieron cursos sobre levantamientos arquitectónicos en casas patrimoniales, técnicas y procedimientos de acabados con materiales tradicionales, además de restauración en elementos de madera y talleres de arqueología urbana.

Los vecinos se involucran en el proyectos con su asistencia a los talleres y brindando entrevistas para investigar sobre los antecedentes del lugar, para contextualizar la propiedad dentro de la zona, conocer a los habitantes y entablar relaciones. “También nos ayudan con el cuidado de la casa, avisándonos de incidentes o incluso con las labores de limpieza. Son detalles que hablan de cómo el trabajo de los estudiantes se percibe positivamente”.

En los veranos de 2018 y 2019 se desarrolló el Taller Barrial de Artes y Oficios, como parte del Programa de Voluntarios del Patrimonio Mundial (WHV, por sus siglas en inglés), realizando aplanados a la cal en el área del zaguán, el patio y exteriores. WHV es una convocatoria bianual de la UNESCO para la conservación del patrimonio cultural y natural. En las dos primeras ediciones participaron 60 jóvenes de México, España, Turquía y Francia.

La académica adscrita al Sistema Nacional de Investigadores informó que en una segunda y tercera etapas se propone una intervención arquitectónica para albergar espacios para la investigación del Centro Histórico, un museo comunitario con área de exposición y venta de artesanías, una biblioteca especializada, áreas de colaboración, talleres y una oficina de vinculación universitaria, a través de prestadores de servicio social.

Con este proyecto se demuestra que hay nuevas maneras de proteger el patrimonio antes de su rehabilitación total. Con ello, Casa Analco se está convirtiendo en un espacio cada vez más próximo a la población, no sólo del barrio, sino del resto de la ciudad  . Es un ejemplo de que existen nuevas maneras de gestionar espacios patrimoniales universitarios y que generen comunidad, asegura Hernández Sánchez.

Museo comunitario

Como parte del proyecto surgió la propuesta de incluir un espacio dedicado a difundir la historia de Analco, así se planteó construir un museo comunitario en la planta baja, concebido como un espacio de difusión del patrimonio cultural, desde la comunidad y gestionado por ella.

“Aunque nuestro caso es sui generis, ya que se encuentra en un barrio histórico y es parte de un espacio universitario, es una invitación a encontrar nuevas maneras de gestión del patrimonio cultural entre las universidades públicas y los barrios”, consideró la doctora Adriana Hernández.

A la fecha existe un guion museográfico que contiene aspectos históricos, tradicionales y de vida cotidiana. En esta primera etapa se convocó a los vecinos para aportar testimonios, fotografías y objetos, cuya respuesta resultó tan positiva que se amplió el guion con historias familiares y referencias de los cambios que ha vivido el barrio, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX.

El equipo base del proyecto Casa Analco está conformado por la doctora Adriana Hernández Sánchez; el maestro Christian Enrique de la Torre; los candidatos a arquitectos Fernando López Navarro y Karla Fernanda Díaz; el maestro Juan Carlos Maldonado Montiel; el arquitecto Javier Vela; la candidata a arquitecta Graciela Chávez; el arquitecto Luis Antonio Cerón; la doctora Norma Leticia Ramírez; y el director de la FABUAP, Rafael Cid Mora.

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