Tenemos que hablar de Ezra
El actor que dio vida al espeluznante «Kevin» en la película Tenemos que hablar de Kevin (un adolescente psicópata que mata a su padre, a su hermana y a un buen número de compañeros de la escuela con tal de hacerle la vida miserable a su madre), está incendiando las redes y poniendo de cabeza a los árbitros de la estética y la moral.
Hace un par de semanas, Ezra Miller apareció en la alfombra roja de “Animales fantásticos II”, enfundado en un traje de pluma muy futurista de la firma Moncler.
El traje es una especie de disfraz de Michelín, el logo de la famosa llantera, que en sí no deja una sola parte del cuerpo al descubierto.
La moda es más bien una suerte de atrevimiento, y sin duda, Miller es un fuera de serie.
¿Qué tiene Ezra Miller que lo hace tan enigmático?
En principios de cuenta todos los que vimos la película arriba mencionada, no podemos sacarnos un cuadro mental: a Kevin con su arco matando a sus compañeros.
Hay veces en las que un actor no se puede desprender jamás de su personaje, y a Ezra Miller le sucedió esto mucho tiempo, pues tal vez pocos lo asociaban como el malhechor Leon Dupuis, en la última versión fílmica de Madame Bovary, en donde también se hace odiar, pero no tanto.
Ezra posee rasgos sumamente salvajes y angulosos, felinos. Tiene la mandíbula perfectamente delineada y un cuello muy largo que lo dota de gran masculinidad, sin embargo, el día de ayer, cuando se reveló la nueva portada de Playboy en la que aparece Ezra con el torso desnudo y trepado en tacones, su imagen sufrió una metamorfosis que sólo han conseguido personajes como David Bowie.
Ezra Miller escandaliza al público al calificarse como un maravilloso “queer”, es decir, un perfecto (y delicioso) marica.
No teme a las palabras ni tampoco a plantarse frente a la lente en poses que el establishment ha encasillado sólo para uso exclusivo de las mujeres.
Con Ezra Miller sucede algo: que cautiva tanto en su papel de psicópata o amante fugitivo decimonónico, como al aparecer en una revista en pose de sirena portando encajes y orejas de conejita.
Ezra Miller despierta sensaciones duales: puede gustarle tanto a hombres que gustan de los hombres (afeminados) como a mujeres que gustan de hombres bien “machos”.
¿Andrógino?
David Bowie fue el mejor ejemplar del andrógino que rompía con las barreras mentales de las preferencias sensuales, y al parecer Ezra Miller es su heredero…
