Emprender en el arte
Por Cecy Rendón
El arte, en sus múltiples expresiones, es la forma más sublime que tiene el alma de materializarse, es la forma más bella de canalizar nuestros talentos, nuestra creatividad, es la forma más trascendente de expresar nuestros pensamientos, emociones y deseos más profundos… pero también puede ser una tortura, puede condenar una vida a la frustración y a la locura.
Mucho se ha dicho, y escrito, sobre emprendedores, emprendimientos, alcanzar el éxito en los negocios y lograr proyectos que te apasionen. Pero muy poco se ha escrito específicamente pensando en los emprendedores que transitan el complicado y caprichoso mundo del arte. Cineastas, escritores, poetas, músicos, compositores, cantantes, bailarines, actores, pintores, escultores, fotógrafos, diseñadores de moda (si, aunque sea controvertido, la moda es una forma de arte) todos comienzan su carrera con el sueño de todo artista: el ser reconocidos, el lograr ganar un espacio entre la competencia, el “hacerla en grande”… pero muy pocos lo logran y la gran mayoría termina dedicándose a otra cosa con el alma carcomida por los sueños frustrados.
¿Cómo emprender en el mundo del arte? ¿Qué se necesita para “lograrlo”?
Talento y pasión. Son definitivamente la primera parte de la ecuación, y definitivamente la más importante. Si no tienes un gramo de talento, si no te apasiona tu arte y si no estás dispuesto a desgarrar tu alma para crearlo, definitivamente esta no es la carrera para ti. Claro que el talento se desarrolla, se aprende y se cultiva, pero la pasión no. Ese fuego que arde dentro de ti, que te impulsa constantemente a crear, que hace que te hierva la sangre, si no lo tienes, si no lo sientes ardiendo en lo más profundo de tu ser… puedes desarrollar tu arte de forma amateur, pero jamás podrás competir contra los artistas verdaderamente apasionados.
La segunda parte, la cual creo yo, es más garantía de éxito que cualquier cantidad de talento, es el tratare y tratar a tu arte como un negocio, como un producto, por más frío y vulgar que suene. Si no eres un romántico suicida esperando que tus piezas valgan millones de dólares después de tu muerte, como en el caso de Van Gogh, y esperas tener éxito mientras vives, es imperativo que plantees tu carrera artística como plantearías un plan de negocios… y aquí algunos puntos clave:
Aprende a vender. Vender es una palabra que en general a la gente no le gusta, le incomoda y prefiere evitar. La realidad es que no hay emprendedor exitoso que no sea buen vendedor, y tampoco hay artista exitoso que no sea un extraordinario vendedor. Tienes que aprender a vender tu arte y a venderte a ti mismo como artista, vender es comunicar, es lograr transmitir tus ideas de forma asertiva, concreta y exitosa, vender es lograr un intercambio. Si no eres bueno vendiendo la buena noticia es que las ventas son una habilidad que se aprende, busca libros, cursos, videos y aprende activamente a vender. No te preocupes si al principio las cosas no te salen como esperabas, toma tiempo, la única forma de verdaderamente aprender a vender es a través de la práctica. Recuerda que el artista más exitoso (lo mismo pasa con productos y empresas) no siempre es el que mejores obras tiene, es el que mejor sabe venderlas.
Servicio al cliente. Básicamente no seas una diva. Eres un artista, tu arte es valioso, tu talento es único, pero mientras no seas Leonardo Da Vinci, si te comportas como una diva perderás clientes y terminarás en el olvido. Vivimos en un mundo altamente competitivo y globalizado, hay talento en cada rincón de este planeta y la tecnología le permite a cualquiera ponerse en el mapa del arte. Otra vez, piensa en tu arte como un negocio, trata bien a tus clientes, se profesional en todo momento y cuida mucho que la experiencia de trabajar contigo sea agradable para todos. Hemos visto a infinidad de artistas muy exitosos caer en el olvido por tener actitudes poco profesionales… sin importar que tan arriba estés puedes caer… y si tu carrera no ha despegado y te comportas de forma prepotente, créeme que te cerrarás muchísimas puertas de forma innecesaria.
Haz un plan de negocios. Toma papel y lápiz y siéntate a estructurar un plan de negocios. Si no tienes idea de cómo hacerlo pide ayuda, puedes buscar ayuda profesional o buscar algún coaching en línea. Orden, metas específicas, tiempos y planeación, formas de producción son algunas de las cosas que tendrás que plantear en tu plan de negocios… cosas que a los artistas normalmente se nos complica… pero básicas para el éxito. (en esta liga podrás encontrar una guía para hacer un plan de negocios, la puedes descargar de forma gratuita) http://yosoylalider.com/freebies/
Aprende constantemente. Aprende sobre tu arte y tu profesión, pero también aprende sobre emprendimiento, negocios, ventas y servicio al cliente. Si te dedicas activamente a desarrollar estas habilidades en paralelo al desarrollo de tu talento artístico el éxito está garantizado. Lee, lee constantemente, inscríbete a cursos, busca videos en redes sociales y haz del aprendizaje tu modo de vida, así estarás siempre un paso adelante de la competencia y tendrás las herramientas necesarias para enfrentar cualquier reto profesional y artístico que se te presente.
No te rindas. La perseverancia y la disciplina son parte clave del éxito de cualquier emprendedor. La tolerancia a la frustración al rechazo, el seguir caminando hacia adelante aun cuando sientas que ya no puedes más, el seguir tocando puertas, ventanas y rendijas, aun cuando ya te dijeron que no más de mil veces, eso es lo único que te va a garantizar el éxito. Porque es imposible derrotar a quien no está dispuesto a rendirse, y mientras los sigas intentando, eventualmente la oportunidad llegará y cuando lo haga estarás listo para tomarla.
Como consejo final, si buscar tener éxito en el mundo del arte, tienes un doble reto, desarrollar tus habilidades creativas para poder crear arte verdaderamente valioso y en paralelo desarrollar tus habilidades como emprendedor. El camino no es fácil, vas a tener que dar todo de ti, física, mental y espiritualmente… pero lo vale. El mundo necesita de artistas y el mundo necesita de TU ARTE.