jueves, noviembre 21 2024

Querida Flora:

Se me hace muy extraño escribir una “carta” en estos tiempos en los que estamos tan conectados, pero de algo servirá extendernos un poco más que en simples mensajes de teléfono que sólo sirven para ponernos en jaque.

¿Si te conté que fue por no borrar whatsapps que me cachó mi ex en la movida hace unos años? Es una tentación grande dejar ahí la evidencia de la putería, porque uno regresa a leer y es como revivir el momento. Recuerda: el asesino siempre vuelve al lugar de crimen. Sin embargo, es muy peligroso dejar el archivo negro expuesto, a menos que tus verdaderas intenciones (de exhibicionista) sean ser descubierto. En fin…

Me sorprende que te sorprenda que las cosas sigan igual en Puebla. ¿Pues qué esperabas? Los poblanos son y seguirán siendo poblanos, que es como una especie de sino, de marca indeleble, de estigma judeocristiano de nacimiento.

Hace muchos años anduve con un hombre sumamente inteligente y agudo que afirmaba que Puebla es la capital mundial de la hipocresía; estoy de acuerdo, aunque  temo mucho que él haya reforzado esa imagen de  nosotros los poblanos en el momento que ejecuté un acto de desaparición que ni Gaudini hubiera podido hacer. No te creas, a veces me pregunto qué hubiera sido de mí si me hubiera quedado con él… supongo que a la larga lo habría hecho pedazos. Me conoces, sabes que yo soy como hombre, cuando me aburro no escatimo esfuerzos en volverme una trásfuga.

Hace un mes me pasó lo mismo yendo a Atlixco: al entrar al fraccionamiento donde viví tantos años, me dio escalofríos. La manera en la que mandé todo a la mierda no es muy común en estos lares donde las señoras se quedan a fuerza dentro de una relación rancia y llena de mentiras por puros conflictos de interés o por hacerle miserable la vida al marido que desprecian (pero del que dependen).

Pasé por afuera de la que fue mi casa y sentí que algo se me retorcía dentro… y también me pregunté cómo sería yo si siguiera jugando a la familia feliz. O cuál hubiera sido la diferencia de haber aplicado la que casi todas hacen: la de te cuerneo con el cadi de golf mientras tú te empanzonas, te empedas y te enriqueces en el hoyo 19.

Qué hueva.

No sé, últimamente (yo creo que es debido a que estoy a un paso de llegar a los cuarenta) calibro con gran duda todo mi pasado, pero decidí reventar todo porque simplemente no tolero las viditas de utilería.

Tu carta empezó recordando a los gobernadores difuntos… ufff. Deja tú su vida privada, que es lo que menos importa: si lo vemos desde una perspectiva distinta, el verdadero drama de esa pareja fue haber dejado la piel en aras de tener todo el poder. Dinero nunca les faltó, pero el poder, querida mía, es lo que reseca el alma. Te vuelve abyecto, insensible.

¿Sirvió de algo tanto desgaste emocional tras el fraude?

No. Sus últimos días estuvieron llenos de zozobra y tensión. No es vida, ¿o sí?

Por eso quiero decirte algo: ahora que estás a punto de regresar a la aldea, debes decidir de qué lado vas a jugar. Por la posición de tu marido lo más normal sería que te reacomodarás a la dinámica PIPOPE: juegos de baraja con las esposas frígidas de los clientes, gimnasio con las falsas beatas que van ahí a que se las coja el entrenador, etc, etc.

Claro que en medio de esa ajetreada agenda fifí nos tendrías a Primavera y a mí para deschavetarnos y beber y bailar, y lo que vaya saliendo.

Creo que podría ser muy divertido que juegues en dos pistas. ¡Sí! Yo que tú no me aislaría de la buena sociedad poblana. Hay joyas maravillosas de las que después sacaríamos grandes historias en nuestros aquelarres.

A propósito, respondiendo a tu pregunta: mi vida amorosa está pasando de nuevo por una estación brumosa. Nada de qué asustarse.

La que sí está pariendo chayotes es Fabiola Durán: el marido le dio una sutil patada en el culo. Y digo sutil porque, en aras de que ella no hiciera un escándalo (porque el marrano andaba con una chavilla de 17), le dejó la casa de acá y la de Tepoztlán. Fabiola salió ganando, ya se lo dije, porque ni hijos tuvieron y para como se las gasta el tipo, la pudo dejar con una mano adelante y otra atrás, pero no sabes, la mensa está sufriendo lo indecible (a lo pendejo).

¿No se la pasaba quejándose del drogón ese? ¿No te llamaba a ti para que le dieras asilo por “si se animaba a dejarlo”?

Ja.

Pues el cabrón se le adelantó y a esta no le dio tiempo ni de reaccionar, ni de jalar su frutero de Tafiles. Lo peor es que sigue llegando a todos lados diciendo que es la esposa de… ¡hazme el favor! No cabe duda de que hay algo más patético que una ex despechada, y eso es una ex despechada sin biografía.

Urge darle una zarandeada a Fabiola, alguien le debe decir que está haciendo el ridículo. ¡Ah, perdón! se nos olvida que Pueblita no es Noruega: acá la nuez se vende entera, aunque venga vana.

Te espero,

F.

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