Tala/ por Alejandra Gómez Macchia
El Congreso poblano sigue volteado de cabeza en medio el zipizape para elegir al gobernador interino. Tanto así, que quienes antes eran aliados –o uña y mugre– hoy se propinan furiosas puñaladas traperas por la espalda.
Hablamos, por supuesto, de José Juan Espinosa y Gabriel Biestro.
La danza de las cuchilladas está a todo lo que da porque simplemente cada quien ve por sus propios intereses.
Es evidente que MORENA no quiere aflojar.
Por ningún motivo cederá a las sugerencias (o presiones) externas que pujan para que el interino sea elegido por miembros del PAN, es decir, de la oposición.
Por otro lado, la fila de suspirantes a la silla principal de Casa Aguayo es larga. Larga y repleta de personajes bizarros que en su afán de figurar un ratito alzan la mano sin entender que están más perdidos que un abuelo con Alzheimer en Central Park.
Ahora bien; los que más balconean sus aspiraciones son los miembros del MORENA. Los medios de comunicación publican diariamente notas sobre la rebatinga y los desacuerdos (y desmanes) que se traen los diputados. Por ahí vuelan cacahuates, hojas de papel y cerbatanazos.
Lo que parece inminente es que Barbosa repite como candidato a gobernador; cosa que parece ser lo más conveniente para el bando contrario, ya que lo ven debilitado no físicamente, sino en temas de percepción.
La pregunta del millón es, ¿qué está pasando en el PAN?
¿Quién tomó, o debe tomar, el liderazgo después de la extinción de Moreno Valle?
Esta pregunta no se refiere a quién será el contrincante de Barbosa, pues el cauce natural de este río caudaloso pone en el kayak al ex alcalde Luis Banck Serrato, aunque por ahí se está manejando otro nombre: Tony Gali López.
El runrún recorre las mesas de los restaurantes poblanos, sin embargo, aún no pasa de ser eso: un rumor que se da a la hora de los carajillos y los single malt.
Ahora repitamos la pregunta: ¿Quién es el hombre fuerte que tomó las riendas a partir de ya y hasta que se den las elecciones?
Hagamos un retroceso. Un zoom in justo al día de la ceremonia luctuosa en Los Fuertes…
¡Click!
Lo que menos necesitan el PAN y sus aliados en estos tiempos aciagos es pulverizar la relación con López Obrador.
¡Click!
Impresentables como Lozano Alarcón (y sus arranques esquizofrénicos) es lo que acabaría por darle el triunfo a MORENA, ya que en su afán de protagonismo hace lo que vulgarmente se conoce como el “no me ayudes, compadre”.
¡Click!
Alejado de escándalos y con la aceptación de la gente vemos al ex gobernador Tony Gali Fayad.
Retrocedamos más la cinta.
¡Click!
En plena ceremonia, y con la tensión lógica por la ausencia de AMLO, Gali dio una cátedra de madurez y diplomacia al tomar del brazo y acompañar a Olga Sánchez Cordero a montar la guardia de honor a los muertos mientras la abucheaban, acto seguido, Tony dijo a la prensa que ahora más que nunca debería haber unión entre los panistas para poder sacar avante el proyecto de Martha Érika, que por obvias razones, se ha visto empantanado.
¡Click!
¿Cómo librará el PAN la guerra que viene?
¡Click, clac!
Siguiendo la narrativa de Gali, quien es –al parecer– el que tomó el liderazgo en aras de ganar la campaña que viene; con una ventaja sobre sus compañeros de ruta: no tiene una mala relación con el presidente de México.