El país que se nos va de las manos
por Marisol Álvarez Tostado
Desde que iniciamos con esta llamada cuarta transformación no he escuchada algo, algo que también sexenio tras sexenio se nos ha escapado de las manos y ese algo tiene que ver con el corazón mismo de nuestra patria. Las discusiones van y vienen acerca de la legalización de la marihuana, acerca del aeropuerto sí o el aeropuerto no, acerca de los fifis y de los chairos (que he de decir, que es una patética y orquestada polarización de una sola sociedad), acerca de la seguridad y acerca de otros muchos temas pero no se ha tocado ni de cerca una discusión que es mucho más importante porque de ella depende, y digo depende literalmente (no un depende demagógico tan acostumbrado en las expresiones huecas de los políticos), nuestro País, depende lo que es y lo que será. De esta decisión dependemos todos, depende nuestro presente y nuestro futuro, depende el alcance de nuestra economía, depende si nos quedamos sin agua para bañarnos o si este pedazo de tierra al que llamamos México nos pueda seguir sosteniendo. No hay discurso político ni del saliente ni del entrante que lo haya mencionado y se los anuncio: no habrá ni cuarta, ni quinta ni sexta transformación si no lo ponemos en la mesa con carácter de urgente y nos tomamos el tiempo necesario para hablarlo, para crear estrategias que funcionen en la práctica, para puntualizar planes a corto, mediano y largo plazo y para determinar un presupuesto real que alcance cada uno de los objetivos fijados. Queridos compatriotas si no hablamos de EDUCACIÓN (con mayúsculas), si no hablamos de educación sexual, educación en valores, educación formal, educación vial, educación para todos, el país se va a seguir desmoronando en nuestras manos.