El Rey Zambada afirma en juicio de El Chapo que pagó sobornos millonarios a Genaro García Luna
Le entregaron entre 2001 y 2006, cuando dirigía la oficina federal de investigaciones, 3 millones de dólares y en una segunda vez, cuando ya era secretario de Seguridad, entre 3 y 5 millones de dólares, bajo el mandato de Felipe Calderón
Jesús Zambada, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, dijo esta mañana en Nueva York, durante el juicio que se sigue a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, que el Cártel de Sinaloa reunió un fondo de 50 millones de dólares para sobornar a Genaro García Luna, el súper Secretario de Seguridad Pública federal con Felipe Calderón Hinojosa.
Zambada, conocido como “El Rey”, dijo que personalmente le dio a García Luna 3 millones de dólares “en un maletín”.
El narcotraficante dijo que quería asegurarse de que “un comandante que simpatizaba con su hermano, ‘El Mayo’ Zambada, estuviera a cargo de la policía en Culiacán”, de acuerdo con Alan Feuer, periodista de The New York Times que cubre el juicio contra “El Chapo” en Nueva York.
El ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien fue señalado en el juicio por presuntos pagos, hizo de García Luna uno de los policías más poderosos en la historia reciente de México, e ignoró los señalamientos de corrupción, abuso de autoridad y violaciones a derechos humanos que se hicieron durante años en contra de él.
El actual Presidente Enrique Peña Nieto también fue señalado hace unos días, durante el juicio, por presuntamente haber recibido sobornos del Cártel de Sinaloa en un restaurante. Lo dijo “El Rey” Zambada. Pero de acuerdo con el mismo periodista, la ampliación de declaraciones en ese sentido quedó sellado por el juez.
García Luna es quien encabezó la estrategia fallida de Calderón contra el crimen organizado. Estuvo con él desde diciembre de 2006 y luego asumió como titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal. En 7 de marzo de 2007, García Luna presentó la llamada “Estrategia Integral de Prevención al Delito y Combate a la Delincuencia” con Calderón a un lado. Esa fue la estrategia que llevó a México a una de las peores masacres en su historia: cerca de 200 mil han muerto desde entonces, unos 40 mil están desaparecidos y decenas de miles fueron desplazados por la violencia.