martes, noviembre 19 2024

Memorial
Por Juan Manuel Mecinas

Hay dos temas en que coinciden los gobiernos de Morena: todos sufren para frenar la violencia y todos quieren combatir la corrupción. No saben cómo enfrentar al monstruo de inseguridad que no cesa de crecer. La inseguridad es un cáncer que se alimenta de corrupción y en el diagnóstico el lopezobradorismo es adecuado, pero es solo el primer paso para “curar” al país del peor de sus males.

La Secretaria de la Función Pública publicó que la mayoría de la población está de acuerdo con la política anticorrupción que sigue el gobierno, pero de ninguna forma eso se traduce en el éxito de esta política. El tamaño del reto es más grande que lo que una encuesta puede proyectar.

Morena no tiene la culpa de la situación actual en el país, pero esta aseveración se va convirtiendo en menos verídica con el paso de los días. A cada momento, la administración de López Obrador va siendo más y más corresponsable de la catástrofe que sus antecesores. Y una encuesta no es suficiente.

La inseguridad, alimentada por la corrupción, puede enfrentarse con mayor o menor éxito, pero la verdadera evaluación no será en 2021 ni en 2024, sino en todo caso en esas fechas se medirá el hartazgo de la población respecto de las promesas cumplidas y de las políticas de los gobiernos de Morena.

Tomando en consideración que el gobierno de López Obrador está cerca de cumplir su primer año, bien valdría la pena hacer un corte de caja y decir cuál es el balance real de la lucha contra la inseguridad y contra la corrupción. ¿Quiénes son los responsables concretos -y en qué medida- de la situación en la que estamos? ¿Se actuará contra Peña, Romero Deschamps, Videgaray, Calderón, Fox, Medina Mora, García Luna? El reconocimiento de aciertos y yerros también es una nueva forma de hacer política. La 4T debe dejar de lado el discurso para la plaza y pasar al discurso concreto de si la caída en desgracia de Robles, Collado y Lozoya es todo lo que tiene que ofrecer o si -y cuándo- actuará contra otros personajes de administraciones pasadas y porqué.

La arenga en la plaza gana elecciones, pero no propicia gobernabilidad. Y, más allá de las percepciones ciudadanas, la población está ávida de gobernabilidad, traducida en menos delincuencia y mayor Estado de derecho.

Es demasiado exigir a la 4T que en un año transforme al país, pero también es harto conformista no exigirle mayores trazos de lo que persigue. La barca aún navega de manera incierta. El silencio es expectante, la crítica catastrofista es aún prematura, y las loas son resultado de la frustración acumulada.

La 4T tiene futuro, pero nadie puede asegurar que sea la continuación/empeoramiento de una pesadilla o el inicio de la metamorfosis democrática.

Tiempo Extra:

  1. El conflicto entre la administración de Barbosa y el periodista Rodolfo Ruiz sube de tono. Los mensajes están enviados y el periodista los afronta. Lo único cierto es que no habrá ganadores. La lucha en el fango deja a todos con mayores o menores manchas.
  2. El periodista Zeús Munive está amenazado. El poder vs la prensa. La historia de siempre. Mi solidaridad con el periodista en su lucha contra los intocables.
Previous

Entrega rector unidad de transporte a Medicina Veterinaria y Zootecnia

Next

Cuatro de cada 10 mexicanos tienen colesterol alto

About Author

Dorsia Staff

Somos todo lo que no son las revistas poblanas...

Check Also