domingo, diciembre 22 2024

Por Jhonny Ántrax

Mientras escribo esto me estoy echando una chela.

Su espuma se derrama deliciosa sobre el cristal.

Está como me gusta: helada, a punto de hielo.

También mientras escribo esto pienso en lo que pienso cada vez que me chuto una chela: en mi futuro.

Ya dejé de ser NINI y mi espantoso trabajo en una oficina gubernamental está a punto de enloquecerme.

Tengo un jefe inmediato que es un poco barco, pero el mero mero, ese sí es un cabrón. Lo bueno es que a mí no me tocan los gritos y los sombrerazos, sólo los escucho detrás de mi escritorio y se aminoran porque traigo los audífonos puestos.

Los gritos combinados con música de Metallica se pierden, pero aun así me da pena ajena ver cómo cagotean a mi jefe inmediato.

Y sí, mientras escribo esto, pienso.

Pienso en que cuando salga publicado este texto mafufo ya habrán pasado las elecciones y México estará de cabeza, en el mejor de los casos, o en cuatro patas, en el peor.

Gane quien gane, nuestra patria tenochca va a padecer los estragos de siempre, o los de nunca.

En la oficina se oyen muchos chismes, muchos rumores.

He hecho mis encuestas rápidas y nada amañadas, y aunque todos estos godínez hoy viven de la ubre del PAN, dicen que van a votar por AMLO porque pues… si ya nos han chingado los del centro y los de derecha, habrá que probar qué tanto nos chingan los de izquierda.

No lo dicen exactamente así, pero yo lo traduzco porque sé traducir lo que un godín frustrado dice entre líneas.

Son pocos los que afirman que van a rifar por Anaya o por Meade.

Sólo los compañeros que vienen de familias o muy priistas o muy panistas juran que votarán por los candidatos del PRI y el PAN, respectivamente.

Yo no lo creo.

A la mera hora van a llegar a las urnas y sé que cruzarán todo MORENA. Así es la banda de borrega. Antes era borrega con los del panucho, hoy es borrega con los morenos. Esa es la neta.

Mis encuestas nunca fallan, y si todo sale como ya está cantado, a la hora que el lector lea esto lo más probable es que esté enfrentando una crisis post electoral porque el país no va a estar de cabeza, sino en cuatro patas.

Aunque he de confesar que yo no voto nunca, esta vez sí voy a salir. El voto es secreto, dicen los eslóganes, así que no van a saber por quién me incliné.

El caso es que ya estamos a principios de julio y todos sabemos quién ganó. Algunos ya están preparando sus maletitas ilusamente, pensando que si se lanzan a otro país, allá les irá mejor. Pero les tengo noticias: los problemas no se quedan cuando el avión despega. Somos mexicanos y la sintomatología de las enfermedades colectivas nos seguirán a donde vayamos.

¡Ah, cabrón! La chela me está entrando como agua y ya hasta me puse poético. Esta última frase me recordó un poema de Cavafis que se llamaba “La ciudad” (si les interesa, googlenlo).

Vamos pues a dar unos consejillos sobre cómo sobrevivir a la cruda electoral.

Ya ganó quien no querías.

Ya saliste a votar tempranito y conforme pasó el día te diste cuenta que tu gallo era pollo y que lo mejor es hacer un caldito con él. Llegó la noche y viste toda la transmisión de programas sobre elecciones. ¿Te afecta de verdad el resultado?

Claro, claro, pero ten algo en cuenta: esto nos afecta a todos. Es un cambio. El sucesor de Peña no será mejor que Peña (aunque puede ser que sea fácil ser mejor que Peña Nieto), pero tú, hijo del proletariado que siempre has vivido de tu sueldito y que realmente no ibas a ganar ABSOLUTAMENTE NADA si tu gallo quedaba en la silla del águila, ¿de qué te preocupas? El que ganó utilizará otras formas de chingar. Nuevas formas. Pueden ser más o menos sofisticadas. Más o menos evidentes, pero sin duda lo hará, ¿y sabes algo? No te va a pedir permiso. Así que relájate, cuida tus parcelitas y jálale duro a la chamba, que no queda de otra.

México no va a ser Venezuela.

Eso es una jalada que ni los estrategas de los war rooms se creen. Por Dios, es improbable, empezando porque el régimen de Venezuela es militar. Si el día de hoy fuera AMLO quien ya se colgó la corona y si ya estamos sintiendo los calambres, es de lo más normal. Pero no teman: México es un país tan rico que si nos quedamos tan pobres, uno no se muere de hambre. La propuesta que les hago a mis compadres rejegos y chillones es: si con AMLO te quedas más jodido de lo que estabas, vete a su tierra, a Tabasco. Allá después de las doce del día la banda se echa a sus hamacas y del cielo le caen los mangos y los plátanos. O qué, no que muy “back to basics”.

No chille.

El en 94 hubo una crisis del carajo. Yo me acuerdo, yo me acuerdo. Mis padres estaban que trinaban porque perdieron la casa que estaban pagando. Un buen día los intereses subieron al cielo y llegó el canijo banco y ¡sopas! Les recogió la casa.

De ese golpe no se pudieron recuperar.

De hecho, mis pobres viejos hoy siguen rentando el departamento al que nos tuvimos que mudar. Sin embargo, a todo se acostumbra uno.

La gente sabelotodo jura que eso va a pasar en caso de que llegue AMLO. Ojalá pudiera tener una esfera mágica donde poder ver este instante, en el que usted, lector obsesivo de artículos mierderos, está leyendo esto. Y si en verdad ganó “ya sabes quién”, me gustaría saber cómo se comportó el mercado bursátil y esas cosas que jamás he entendido, sólo cuando nos atoran con los precios de la gasolina y las tortillas y los tabacos y las chelas.

Si llegara a ocurrir la debacle, vuelvo a lo mismo: hay que apechugar.

Si llegó Anaya, seguro hoy hay un desmadre en las calles y don Peje tomó calles, si es que no le dio un tramafax.

Si ganó Meade… mmm es improbable. Pero sería casi el mismo resultado del punto anterior.

Como quiera que haya sido, yo aconsejo algo que sin dudas dará resultados (prácticos). Ábrase una caguama como la que hoy me estoy metiendo, mire sus espuma. ¿Ve esa espuma?

Primero subió, ¿cierto?

E inevitablemente luego bajó.

Así es la vida, hermano.

Y los ánimos, como los precios o como las tetas, tienden a bajar.

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About Author

Jhonny Ántrax

Mi madre pensó en abortarme, pero se le pasó el tiempo y nací un 6 de enero. Hasta hace poco era NINI. Hoy soy un godín sin aspiraciones, pero a la moda. Me gusta la literatura beat y el porno asiático

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