sábado, diciembre 21 2024

Redacción

Las infecciones agudas del tracto urinario son el padecimiento bacteriano más común en el mundo: afectan a más de 150 millones de personas al año y las mujeres son las más propensas a esta enfermedad. Su principal patógeno es Escherichia coli uropatógena (UPEC), bacteria que puede sobrevivir al tratamiento con antibióticos y generar resistencia.

Ante esta situación, investigadoras de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la BUAP buscan contribuir al desarrollo de enfoques terapéuticos efectivos y sostenibles, a base de extractos de plantas, para tratar las infecciones urinarias e inhibir el crecimiento del microorganismo citado.

Este estudio forma parte de la tesis de Marilé Hernández Rodríguez, quien cursa el tercer semestre de la Maestría en Ciencias Biológicas, con la dirección de la doctora Rocío Pérez y Terrón, investigadora de la FCB.

La resistencia antimicrobiana, especialmente en cepas de UPEC, representa un desafío significativo, sobre todo porque el uso indiscriminado de antibióticos genera efectos secundarios adversos; en el caso de esta infección, incluso, daño renal. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, gran parte de la población de los países en desarrollo recurre a la medicina tradicional, como una fuente de tratamiento alternativa.

Por ello, las científicas de la BUAP evalúan la eficacia de extractos de moringa, aloe, naranja y ajo en la inhibición de E. coli uropatógena. De éstos, se observó que el ajo reduce el crecimiento del microorganismo en más de un 90 por ciento, dependiendo del tipo de ensayo in vitro.

Rocío Pérez y Terrón, doctora en Biotecnología por el Instituto Politécnico Nacional, aclaró: “No estamos desarrollando nuevos antibióticos, estamos dando un apoyo para tratar aquellas infecciones que son resistentes a éstos”.

La integrante del Padrón de Investigadores de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado explicó que en un inicio se recolectaban las plantas de la región del estado de Puebla. “Ahora se utilizan compuestos orgánicos comerciales sin aditamentos -como fertilizantes-, para que las pruebas sean reproducibles y sin variaciones; además, son más accesibles de adquirir”.

Pérez y Terrón, nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del Conahcyt, señaló que la siguiente fase será realizar análisis químicos de los extractos vegetales para identificar los compuestos con actividad antimicrobiana, mediante estudios de cromatografía y resonancia magnética nuclear.

“Los extractos contienen diferentes moléculas, llamadas metabolitos secundarios, las que en conjunto, probablemente, inhiben el crecimiento de los patógenos, por lo que una vez identificadas probaremos si de manera aislada tienen el mismo efecto. Posteriormente, realizaremos la unión de las moléculas en cuestión para potenciar el resultado”, abundó.

Asimismo, se buscará aislar las moléculas con mayor actividad antimicrobiana o bien sintetizarlas químicamente con ayuda del doctor Ángel Palillero Cisneros, de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ). El trabajo en equipo forma parte de la investigación del Cuerpo Académico de Biomateriales, Análisis Ambiental y Sustentabilidad, conformado por los doctores Rocío Pérez y Terrón, de la FCB, Jorge Raúl Cerna Cortez y Laura Morales Lara, de la FCQ, En el proyecto también colaboran alumnos de licenciatura y maestría.

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