lunes, noviembre 18 2024

La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam 

En memoria de Rafa y Martha Érika

Un militante de Morena de alto nivel nacional me confió hace unos días que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se iría con todo en contra del senador Rafael Moreno Valle.

¿Las razones?

Estaban furiosos con quien había promovido un recurso de inconstitucionalidad en contra de Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, misma que establece que ningún funcionario podrá percibir un sueldo superior al del Presidente de la República.

“El presidente sabe que él orquestó todo. Él fue quien convocó a las bancadas del PRI y del PRD. Ya se hizo visible y tendrá que enfrentar las consecuencias”, me dijo.

Le pregunté sobre el tamaño de esas consecuencias.

Su respuesta fue inmediata:

“Le van a transparentar la deuda que dejó a través de la Ley de Disciplina Financiera. Lo van a exhibir al convertir en deuda pública los proyectos de prestación de servicios que instrumentó cuando fue gobernador”.

Y dijo más:

“También le pueden llover denuncias por las más diversas causas. Y recuerda que el fuero ya no lo protegerá”.

Moreno Valle había buscado establecer contacto con López Obrador desde hace varios meses.

Y recurrió a amigos comunes para ello.

Lo mismo Marcelo Ebrard y Manuel Velasco que Ricardo Monreal y Esteban Moctezuma.

La respuesta del presidente fue siempre “no”.

El día en que Martha Érika Alonso asumió la gubernatura de Puebla, me topé con el senador en la zona VIP reservada para los invitados especiales.

Lo encontré eufórico.

No era para menos.

Después de un largo proceso electoral, que incluyeron 160 días de zozobra y litigios, el triunfo de su esposa había sido reconocido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En ese lapso, él se había convertido en el coordinador de la bancada panista y en uno de los principales opositores del lopezobradorismo.

También venía de ganar el primer set en el tema del recurso de inconstitucionalidad.

En ese contexto, le pregunté qué vendría.

“Viene lo mejor —me dijo—. Les voy a meter otro recurso en estos días. No se la van a acabar. Ya te contaré de las alianzas que he tejido desde el Senado”.

En efecto:

Moreno Valle interpuso una semana después otro recurso, ahora en contra de la figura de los Super Delegados.

Todo esto venía exasperando al presidente de México, quien respondió los agravios de diversas maneras.

Lo mismo con castigos en el presupuesto de Puebla para 2019 que con descalificaciones al fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

(“Creo que fue una decisión equivocada, antidemocrática. Lo tengo que decir, porque vengo de un movimiento donde siempre enfrentamos fraudes electorales y nunca dejamos de condenar estas prácticas antidemocráticas”, dijo. Y agregó que no vendría a Puebla por un tiempo: “Para que no se vaya a malinterpretar, no voy a ir estos días a Puebla por la situación que prevalece. No sería prudente. Además yo estoy asistiendo a actos públicos y no es lo más recomendable el que públicamente me acompañe (Martha Érika Alonso) o que yo la acompañe, o que yo vaya solo. Vamos a esperar a ver qué pasa”).

También toleró que Yeidckol Polevnsky, dirigente de Morena, viniera a Puebla a expresar toda clase de descalificaciones en contra de Martha Érika Alonso.

No sólo eso:

No envió representante a la toma de posesión de la gobernadora y les ordenó a Esteban Moctezuma y a Rodrigo Abdala —titular de la SEP y Súper Delegado en Puebla, respectivamente— que no acudieran al citado acto.

En pocas palabras:

AMLO expulsó a Puebla de su República amorosa.

Todo este coctel de odio envenenó el ambiente político en Puebla y les dio luz verde a los veintidós disputados locales de Morena que una y otra vez agraviaron verbalmente a Martha Érika Alonso y a Rafael Moreno Valle.

Ese coctel de odio también fue llevado a las redes sociales a través de miles de cuentas manejadas por operadores de Morena.

¿Qué dirá el dictamen de los especialistas sobre la tragedia que le quitó la vida al matrimonio Moreno Valle-Alonso?

Nadie lo sabe.

Lo único real es que la gobernadora y el senador que tanto incomodaban al presidente han pasado a mejor vida.

Ya sabemos lo que vendrá:

Morena aprovechará las nuevas circunstancias y buscará quedarse con el gobierno estatal.

Y entonces el presidente le levantará el castigo a Puebla.

Ya sabemos cómo opera la República Amorosa.

Es una pena.

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