La Quinta Columna
Por Mario Alberto Mejía
Alguien me dijo este lunes:
—Julia tiene el suficiente dinero para comprar casas en Las Lomas de Chapultepec: las casas que quiera.
—¿Una residencia cada tres meses? —acoté.
—Las que quiera y cuando quiera —remató.
—Pero antes de su relación sentimental con don Manuel no tenía propiedades. Eso dijo Loret.
—Pero es lo suficientemente rica para comprar lo que quiera.
—¿A qué se dedica?
— Vendió millonarios seguros a diversos gobiernos.
— Claro. Ya me acordé. Don Manuel la recomendaba y los gobernadores no tenían más remedio que comprarle los seguros a ella. Pero eso es tráfico de influencia. Melquiades Morales no tuvo otro remedio que comprarle los seguros de desastres naturales a la tía Julia. Mario Marín también lo hizo al principio pero luego se negó a seguir haciéndolo. Fue entonces cuando don Manuel escribió un durísimo artículo en contra de Marín en El Universal y lo llamó “gobernador desprestigiado”. Ya estaba desprestigiado pero como le compraba los seguros a la tía Julia no había motivo de decírselo.
—Julia es rica también porque hasta hace poco tenía la concesión de vender el papel para los billetes de la Lotería Nacional.
—¡Son miles de millones de toneladas!
— Por eso es multimillonaria, Por eso puede comprar las casas que quiera.
—Me lo imagino, Sigue pareciendo tráfico de influencias. Porque alguien muy poderoso es quien la recomienda.
—Pues será lo que quieras, pero es muy rica.
—Se ve, se siente. Ahora veo claro. Qué conveniente es todo esto.
