«Nadie te acompaña para ayudarte a ganar, pero todos te acompañan si has ganado. Es una ley de la vida”
Marcelo Bielsa.
Para Juan Carlos, mi hermano. Por una vuelta más al sol.
Con cariño. “[…]
Por Aldo Cortés
De verdad, no espero que entiendan lo que esto significa esto para mí. Quiero decir, estoy de regreso en casa, con un nuevo álbum, y no lo sé… es impresionante. Gracias por hacer esto posible.
He soñado con esta noche por mucho tiempo y, ¡carajo!, es increíble ver cómo se hace realidad. Y aprecio que cada uno de ustedes forme parte de esto. Quiero decirles algo sobre este álbum, para cuando lo escuchen esta noche… Yo sé que muchos de ustedes planeaban hacer algo jodidamente épico, y en serio lo aprecio, pero los que estamos aquí quiero que sepan lo que representa este álbum para mí; así cuando conduzcan a casa y piensen en su semana, la siguiente semana, el siguiente año, cuando sea, siempre recuerden lo que significa esta mierda.
Cuando tuve que salir al mundo y aprender por mí mismo, esta noche vengo a decirles qué es este álbum; espero este mensaje cruce el puto mundo, no me interesa… Aquí va:
Cuando somos jóvenes, e incluso cuando somos viejos, el planeta nos acosa constantemente con imágenes, mensajes y cosas sobre qué es la vida, de lo que necesitamos para ser felices. En Estados Unidos lo llamamos the American Dream, pero ¿qué es lo que siempre incluye? Muchísimo dinero, una mansión, un auto del año, tener una esposa con un cuerpo genéticamente imposible y… bitches, bitches too.
Nos dicen que necesitamos para ser felices, ¿cierto? ¿Entonces, qué pasa? En la tierra el 99.9% de las personas no podemos vivir de esa forma, así que idolatramos a las personas que sí pueden, los llamamos celebridades, imitamos su vida, decimos cosas como «son tan perfectos, quisiera ser ellos». Y, esta noche, vengo a decirles que soy el mismo tipo que estuvo del otro lado del escenario, en esta misma ciudad, al final de la calle trabajando en la pista de hielo “Daydreaming” … Y todos ustedes adoran esa pista de patinaje. Soñando con algún día tener todo esto, diciendo cosas como, quiero vivir como ellos, quiero tener esto. Entonces conseguí toda esta mierda. Pero quiero decirles -no crean que miento- cuando logré llegar aquí, del otro lado de los fans, y comencé a mirar de cerca, se los digo, no como J. Cole, sino como Jermaine, cuando realmente empecé a prestar atención en las cosas que creemos necesitar, y toda la mierda que necesitamos para ser felices, advertí, con mis propios ojos, que esto no está bien, todo esto es demasiado extraño, y me di cuenta de que, todo lo que nos dijeron que necesitamos es mierda. Y está mal. No necesitamos nada de esto para ser verdaderamente felices.
Tuve que vivir esta puta mentira por mí mismo. ¿Y cómo lo sé? Es así como lo sé:
En un hombre ahora mismo, tiene millones de dólares, tiene muchísimo dinero, tiene todo aquello que creemos necesitar para ser felices, él lo tiene. Tiene el dinero, tiene los autos, tiene la puta mansión, tienes tres o cuatro bitches, tiene la esposa genéticamente imposible, pero, de alguna forma, este tipo es jodidamente miserable. Está vacío por dentro, es un maldito infeliz. Pero tú, tú tienes una familia que viene del mismo lugar que tú, peores condiciones que las que tú has padecido, ellos no pudieron pagar un boleto para esta noche y, carajo, de verdad quería uno. Y con todo, son más felices y agradecidos de lo que el tipo que ha conseguido todo podrá ser algún día. ¿Cómo es posible? ¿Cómo carajo es posible? Él tiene todo lo que nos dijeron necesitamos para ser felices, y se siente miserable. Ellos no tienen una mierda, pero son felices. ¿QUÉ TIENEN ELLOS QUE ÉL NO TENGA? ¿Qué es eso? ¡Amor!
Ese es el maldito sistema de educación pública del condado de Cumberland, sí aquí mismo, ¡entrando en juego maldita sea!
[…]”
J. Cole. Forest Hills Drive: Live From Fayetteville, NC.
Las noticias son valetudinarias. Escasea el oxígeno. La vida se está agotando y, en medio de este simulacro, olvidamos la misiva que el universo nos ha conferido: vivir. La economía es insostenible, la violencia ha rebasado lo impensable, hemos reducido el valor de las personas a números, se han cosificado las relaciones, nos han mimetizado. Nos piden que seamos pacientes, nos piden que seamos tolerantes, nos piden que seamos fuertes, que creamos.
¿Esto es vivir? Porque despierto y cada día la vida es más exigua. Estamos de luto sin saberlo. No hay dignidad en las fatuas tentativas. “Me dueles México”. Todo eso es retórica barata. El problema no es México. El problema somos los mexicanos. Desde luego, existen excepciones. Qué lastima no poder referirme a ellas, porque en un país donde gobierna la democracia -otro abuso de la estadística- la esperanza ya no está en quien debe tenerla.
La traición nunca gana y, cuando lo hace, no deja que la llamen así. México lo ha perdido todo, valores, educación, empatía, buen vivir. La vida no es tarea fácil, pero sobrevivir cada vez es más difícil. Y, aun cuando podamos tener más o menos, comparado con otros, somos bendecidos.
Noli timere.