La Quinta Columna – Las Víctimas de AMLO (y las Confesiones de un Diputado de Morena)
Por: Mario Alberto Mejía
¿Sabe el presidente López Obrador a quién descalificó con sus generalizaciones relacionadas con la mezquindad y el neofascismo en la rueda de prensa del miércoles pasado?
Nada menos que a doña Martha Hidalgo, madre de la gobernadora Martha Érika Alonso.
Desde su lugar en esos funerales de Estado, doña Martha gritó con todo su dolor a cuestas y los ojos inyectados por las lágrimas “¡justicia, justicia, justicia!”.
Y lo hizo igual que las madres de Ayotzinapa o de las Muertas de Juárez o de las víctimas de feminicidios en todo el país.
Igual que Luis Banck —a quien los voceros informales de AMLO llaman “ultraderechista”—, y amigos y familiares cercanísimos de Martha Érika y Rafael.
Y sí, cierto, a pocos metros suyos estaba Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación federal y representante del presidente López Obrador.
¿Desde cuando el grito “¡justicia!”, expresado por una madre, es sinónimo de mezquindad o neofascismo o provocación?
Los militares argentinos pensaban lo mismo de las denominadas —por ellos— “Locas de la Plaza de Mayo”.
Con términos similares fue descalificada a lo largo de su vida doña Rosario Ibarra de Piedra.
¿No es esto un revictimización?
Doña Martha Hidalgo venía de enterrar —el 18 de diciembre— a su hermano más querido.
En otras palabras: tenía el corazón partido.
Cuando preparaba la cena de Navidad, aquella tarde del 24 de diciembre, rompió en llanto al enterarse del siniestro que colapsó Puebla.
Así llegó a los funerales: con la pena de haber perdido en una semana a dos de sus amores más entrañables.
Y desde ese dolor gritó “¡justicia!”.
Un grito legítimo de quien en medio de informaciones contradictorias tiene todo el derecho a dudar, a no creer las explicaciones apresuradas del gobierno federal.
¿Esto la convierte en neofascista, mezquina, canalla?
Doña Martha vivió con su hija el odio envenenado de Morena a lo largo de los procesos electoral y postelectoral.
Supo de los jóvenes panistas golpeados en un salón del Hotel MM por la horda compuesta, entre otros, por los hoy diputados locales y federales de Morena, el PES y el PT.
Enfrentó los gritos desaforados de los josejuanes cuando su hija recibió la constancia de mayoría en las instalaciones del Instituto Electoral del Estado.
Leyó los tuits y los mensajes de Facebook —dirigidos a su hija— nacidos en el odio y la descalificación.
Y vivió con ella —porque comían a diario en su casa de la Calera— los insultos de Miguel Barbosa, Yeidckol Polevnsky, Gabriel Biestro, Héctor Alonso, Fernando Manzanilla, Nancy de la Sierra, José Juan Espinosa y tantos y tantos más.
En ese contexto, pues, llegó legítimamente a llorar a su hija en los funerales de Estado.
Y si gritó “¡justicia!” ante la secretaria de Gobernación fue porque sintió con Martha Erika la violencia verbal que desató a lo largo de más de 160 días el hoy presidente López Obrador.
Pero ya lo sabemos:
El gobierno mexicano —con Díaz Ordaz, Echeverría o Calderón— siempre revictimiza a las víctimas y a sus deudos.
Y cuando todos esperábamos que el gobierno de AMLO actuara diferente, ufff, sobrevienen las descalificaciones que terminan por generarle más dolor a quienes de por sí tenían el alma rota.
Filtraciones en el Congreso
El mediodía de este miércoles —en la Sala 3 de Comisiones del Congreso del Estado—, José Juan Espinosa, presidente vitalicio de la Mesa Directiva— se reunió en privado con el periodista Rodolfo Ruiz para compartirle la información privilegiada que horas después aparecería en la columna La Corte de los Milagros.
Vea el hipócrita lector:
“Este martes mientras se desarrollaba el funeral de Estado de la gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle en la Plaza de la Victoria, en Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, con la presencia de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el subsecretario Zoé Robledo Aburto se reunió con los diputados locales de Morena, el PT y el PES.
“El encuentro tuvo lugar en un salón del hotel donde se hospeda el ex candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, quien también participó en la reunión.
“Ahí el subsecretario de Gobernación paró en seco —y regañó— a dos diputados locales que manifestaron su intención de ocupar la gubernatura de manera interina, entre ellos a Héctor Eduardo Alonso Granados, de Morena.
“Zoé Robledo les dijo que se olvidaran de esa aspiración y que ningún diputado local sería considerado para la gubernatura interina. También los llamó —o instruyó— a buscar acuerdos con el titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG) y encargado de la gubernatura,Jesús Rodríguez Almeida, y los coordinadores parlamentarios de los demás partidos políticos con representación en la LX Legislatura, para designar a un gobernador interino de consenso.
“A decir de algunos diputados presentes, el subsecretario deslizó lo que se ha venido comentando en algunos corrillos: que la designación del gobernador interino será resultado de un acuerdo de la Secretaría de Gobernación con las dirigencias nacionales de algunos partidos, entre ellos el PAN de Marko Cortés, por lo que el Congreso local no será quien tome esa decisión pero sí el encargado de procesarla.
“Las palabras de Zoé Robledo no fueron bien recibidas por algunos legisladores, sobre todo por aquellos más identificados con Luis Miguel Barbosa como el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla que insisten en hacer valer la mayoría que Morena tiene en la LX Legislatura para designar un gobernador interino y terminar de enterrar al morenovallismo.
“Otro actor político que tampoco estuvo de acuerdo con el subsecretario de Gobernación fue Luis Miguel Barbosa, quien asumió el liderazgo de la reunión a la partida de éste.
“Barbosa no contradijo a Zoé Robledo, pero expresó que aunque la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle era lamentable parecía un acto de justicia divina, no obstante llamó a los diputados integrantes de la coalición Juntos Haremos Historia a conducirse con prudencia frente a la tragedia y el ambiente de confrontación prevaleciente, y a mantener la unidad pues la mesa estaba puesta para que en las extraordinarias ahora sí se hicieran de la gubernatura.
“Algunos diputados como José Juan Espinosa, presidente de la mesa directiva del Congreso, recomendaron valorar escenarios de alta competencia electoral y la posibilidad de que la Secretaría de Gobernación, en aras de la estabilidad política y terminar con las especulaciones de que la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle fue resultado de un atentado, aceptará que un panista quede como gobernador interino.
“En este sentido se mencionaron algunos nombres y aunque no hubo una definición los diputados del bloque Juntos Haremos Historiaconcluyeron que tampoco aceptarían que Gobernación federal les imponga un morenovallista que use la gubernatura interina para prolongar la permanencia de este grupo en las elecciones extraordinarias”.
De esta información me impactan algunas líneas:
“La designación del gobernador interino será resultado de un acuerdo de la Secretaría de Gobernación con las dirigencias nacionales de algunos partidos, entre ellos el PAN de Marko Cortés” (…) el Congreso local no será quien tome esa decisión pero sí el encargado de procesarla. (…) Las palabras de Zoé Robledo no fueron bien recibidas por algunos legisladores, sobre todo por aquellos más identificados con Luis Miguel Barbosa como el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla que insisten en hacer valer la mayoría que Morena tiene en la LX Legislatura para designar un gobernador interino y terminar de enterrar al morenovallismo. (…) Otro actor político que tampoco estuvo de acuerdo con el subsecretario de Gobernación fue Luis Miguel Barbosa, quien asumió el liderazgo de la reunión a la partida de éste. (…) Barbosa no contradijo a Zoé Robledo, pero expresó que aunque la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle era lamentable parecía un acto de justicia divina. (…) (Llamó a) mantener la unidad pues la mesa estaba puesta para que en las extraordinarias ahora sí se hicieran de la gubernatura. (…) Algunos diputados como José Juan Espinosa, presidente de la mesa directiva del Congreso, recomendaron valorar escenarios de alta competencia electoral y la posibilidad de que la Secretaría de Gobernación, en aras de la estabilidad política y terminar con las especulaciones de que la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle fue resultado de un atentado, aceptará que un panista quede como gobernador interino”.
Ufff.
Qué cosas se platican entre los morenistas.
Gracias a Espinosa hoy lo sabemos.
Queda claro que pese al llamado de Gobernación los morenistas van por todo.
Incluso lucrando con la desgracia.
La Otra Versión. La reportera Ana Jennifer de la Fuente, de Intolerancia, recibió de sus fuentes más datos sobre esa reunión.
He aquí unos fragmentos:
“Ante la necesidad de elegir a un gobernador interino y tras los llamados de políticos nacionales para que éste sea emanado de las filas de Acción Nacional, el diputado petista José Juan Espinosa, se pronunció por dos perfiles: Ana Teresa Aranda y Eduardo Rivera Pérez. (…) Héctor Alonso Granados denunció ante el representante federal los abusos de José Juan Espinosa Torres a quien le recriminó que en días pasados, lo hubiera retirado del Congreso, escoltado con personal de seguridad. (…) Ante los arrebatos Zoe Robledo amenazó con retirarse del lugar y fue enfático en que su presencia en dicho lugar era exclusivamente para pedirles que se organizaran con la Sesión Solemne que deberá realizar el Poder Legislativo ante la ausencia definitiva de la gobernadora. (…) Fue entonces cuando dejó entrever que el gobernador interino será alguien identificado o propuesto por Acción Nacional. (…) Minutos después el tema del gobernador interino regresó a la mesa y fue la diputada Maricarmen Cabrera quien propuso que Luis Miguel Barbosa Huerta diera la terna de nombres para ocupar provisionalmente el Poder Ejecutivo de Puebla. Más de 12 de los presentes secundaron la idea. (…) Tras un par de gritos del excandidato a gobernador, quien se alteró al saber que ya circulaba en medios de comunicación fotos del encuentro e información, les retiraron los celulares, a los asistentes, para evitar más ‘filtraciones’.”