lunes, noviembre 4 2024

La bronca es que ahorramos para obtener objetivos específicos a corto plazo, y no hay una noción de ahorro para el reitro.

Pertenecer a la generación millennial tienes sus ventajas, pero la abundancia económica no es una de ellas.

Los millennials –considerando a las personas nacidas entre 1981 y 1997  que conforman el 30% de población latinoamericana de acuerdo con un estudio llamado “Inteligencia de Mercado y Toma de Decisiones” de Tendencias Digitales– nacieron en una etapa de transición,adaptándose con velocidad a los requerimientos tecnológicos de la vida moderna.

Tuvimos en nuestras manos los vinilos, los cassetes, la PC, los CD’s, el disquette, la laptop, el mp3, la USB, el iPod, el iPhone, el iPad. Nos volcamos por lo vintage y lo moderno al mismo tiempo, y somos excesivamente consumistas; quemadores de billetes en una economía frágil, volátil… en crisis cada veinte minutos.

Lo que no tenemos es un ápice de educación financiera. Nadie nos ha enseñado –y mucho menos obligado– a crear fondos de ahorro, planes de inversión o siquiera a administrar nuestro sueldo de manera eficiente.

Estas son algunas de las razones que hacen de los Millennials la generación más pobre:

LA DINÁMICA LABORAL NO TRADICIONAL. No es necesariamente algo “bueno” o “malo”, ni es culpa de nadie, pero la situación laboral global se ha transformado con las tecnologías de la información.

Quizás a lo largo del artículo lleguen a pensar que las TIC’s tienen la culpa de todo, y en parte es verdad. Se ha modificado de manera singular la manera de relacionarse con el mundo a partir de la inclusión de los medios digitales a la vida cotidiana, y con ello, nuestra manera de generar ingresos. Entonces, ¿por qué habría de encerrarme 8 o 10 horas en una oficina para hacer algo que puedo hacer desde mi lap top en un Starbucks?

Lo malo es que no todos los empleadores han adoptado esta filosofía y requieren que te encuentres presente para poder justificar un salario digno.

CONSUMIMOS COSAS MUY CARAS. Todo lo que queremos es caro. La Mac de 20 mil pesos, el celular de 10 mil pesos, los audífonos de 500 pesos, las sandalias de plástico que, cuando yo era niña, se compraban en el mercado y ahora las promociona Rihanna para Puma aunque sean horribles y… cuestan un dineral.

Nuestras compras rara vez son de calidad perdurable, y si lo son, quedan obsoletas en seis meses; que es el tiempo de gestación de un nuevo modelo de artefacto que debes comprar, porque si no, pues ya no se actualiza, ya no se repara o ya no está en tendencia.

Gastamos más de lo que generamos y nos damos el lujo de comprar capuchinos de 80 pesos varias veces a la semana, o si eres bastante freaky, al día.

Tener trabajos múltiples es un estilo de vida cada vez más común entre los millennials. Se estima que el 35 por ciento de los millennials tienen un «ingreso extra». Esto arroja dos datos: o nuestra generación tiene mucho potencial, o está muy mal pagada.

 

NO SABEMOS AHORRAR. Los millennials sólo ahorramos para objetivos específicos: para irnos  de vacaciones, para comprar un artefacto, para hacernos una cirugía (sí, nos operamos mucho), para tener un video juego nuevo, etc. No ahorramos para tener las arcas personales de Rico McPato, sino para poder gastarlo de golpe en algún objetivo a corto plazo.

ESTAMOS CONDENADOS. Es cierto: parece que antes la vida era más fácil. Los individuos que se identifican como parte de la generación millennial, no sólo se enfrentan a cambios culturales y tecnológicos que moldean sus vidas con rapidez, también son más pobres que sus padres.

Los buenos tiempos han terminado para los jóvenes trabajadores. Según un reporte del McKinsey Global Institute, entre 2005 y 2014, los salarios reales en las economías avanzadas se mantuvieron estables o cayeron hasta en el 70% de los hogares, lo que impacta a más de 540 millones de personas.

En tanto, una investigación de The Guardian encontró que los nacidos entre 1980 y mediados de los 90, ganan considerablemente menos que el promedio en Reino Unido.

Aumentos en los precios de las viviendas, el desempleo y las deudas, han golpeado con fuerza a los millennials y sus ingresos. Aunque el impacto de estos factores varía a través de los países, se han desbordado en naciones como Reino Unido, Italia, Francia, Canadá,  Estados Unidos y México, según datos del Luxembourg Income Study.

Por su parte, México también ha presentado estos síntomas. Mucho se ha hablado de que los millennials no compran casas ni autos, pero eso es porque los salarios no son suficientes para aspirar a esos desembolsos.

The Guardian informó que, a pesar de que los ingresos de los jóvenes en países como EUA, Canadá, Australia y Francia han disminuido, las fortunas de las personas mayores han incrementado.

«Probablemente ésta sea la primera vez en la historia industrializada, a excepción de los periodos de guerra o de desastres naturales, que los ingresos de los adultos jóvenes han caído tanto en comparación con el resto de la sociedad», según The Guardian.

Obviamente algunas de las causas de este fenómeno son el desempleo y el aumento del costo de la vivienda.

Cabe destacar que en los siete países citados, el aumento de los ingresos para las personas de veintitantos ha estado por debajo del promedio nacional desde hace 30 años (lo cual significa que no toda la culpa recae en la crisis financiera).

EN RESUMEN: es un desastre económico que no muestra señales de mejora.

Es difícil predecir las repercusiones que tendrá este fenómeno en la sociedad cuando los millennials lleguen a la edad en la que las generaciones pasadas ya habían comprado casas y amasado riquezas.

Es obvio que los jóvenes están mal, y lo saben. Si este artículo no te hace sentir un poco de empatía por los chicos que huyeron a Berlín para no pagar su deuda estudiantil, al menos te ayuda a comprender por qué hay tantos memes de Bernie Sanders en Facebook.

 

Guía Millennial para el retiro

¿No tienes ni idea de qué hacer con tu dinero y te da pena admitirlo? No te preocupes, no eres el único.

La forma en que trabajan los millennials es muy diferente a las otras generaciones. Por ejemplo, trabajamos más porque hacemos lo que nos gusta y contribuimos en algo que nos importa en vez de sólo ir a recoger un cheque.

También somos más propensos a ser empresarios o a tener trabajos con horarios flexibles por la economía «gig». Lo cierto es que el 70 por ciento de los millennials NO están ahorrando para su jubilación.

Hay que tomar en cuenta que, a diferencia de nuestros padres, vamos a contar con menos recursos para el retiro en qué apoyarnos, y tendremos que estar enfocados en generar ahorros de forma independiente.

Ahorrar no es nada fácil. En especial si acabas de entrar a trabajar. Se siente como cuando tienes muchas fichitas de dinero en Monopoly, y es relativamente fácil: agarra tu dinero, inviértelo en un lugar seguro y déjalo crecer.

NO CONVENCIONALES

Si eres freelance puedes abrir una cuenta de retiro individual. No se deduce automáticamente de tus ganancias y hay un límite de cuánto dinero puedes meterle.Las cuentas de retiro independientes tambiénte permiten el acceso al dineroque depositaste cuando lo necesites. Si quieres, puedes abrir las dos cuentas para maximizar tus ahorros.

CONVENCIONALES

Lo lógico… ¡el maldito banco!

Si metes tu dinero (lo que puedas) en un fondo de inversión con impuestos diferidos, puedes ganar más dineroal aplazar los impuestos que pagas en tus ahorros para el retiro. Tampoco es mala idea una cuenta de ahorros de alto rendimiento, donde te pueden dar hasta uno por ciento de intereses por el dinero que metas.

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Dorsia Staff

Somos todo lo que no son las revistas poblanas...

1 comment

  1. El problema yace en que nuestro éxito o fracaso radica en el uso y aprovechamiento de la tecnologías de información, como consumista tarde o temprano uno puede ser superado o enterrado, como desarrollador las probabilidades de éxito son mejores y van de la mano con esos cambios abruptos cada dos años.

    PD: no sean malos y pongan una opción para comentar registrado con facebook,
    atte un millenial flojo.

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