viernes, noviembre 22 2024

Por Michel Chaín

Dicen que los millennials son sarcásticos. Quien no conoce a Dios, a cualquier santo se le hinca.  Les falta malicia y aún son frágiles. Este año comenzarán a curtirse; literalmente, a hacer defensas. 

Imaginar que, mientras en una provincia industriosa de China el Azar y la Fortuna juegan ruleta rusa con un revolver cargado de microorganismos patógenos, en Suiza un grupo de banqueros cobran conciencia ecológica y, sudando por la preocupación, calculan las pérdidas que el cambio climático, fenómenos celestes o alguna enfermedad, pueden generar. Click. El martillo del revólver se mueve hacia atrás. 

¿Interesante? Es libanés, tiene pasaporte gringo y es fluido en inglés, francés, árabe, italiano y español, además lee filosofía clásica en griego y latín. ¿Estudios? Matemáticas, MBA por Wharton y Doctorado por la Sorbona. Azar voltea para verlo y Fortuna se relame. Escribe sobre filosofía, es financiero y miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas de NYU. Irremediables, Azar se sienta a su izquierda y Fortuna a su derecha ¡Lo impensable, él los puede ver! Azar y Fortuna se sobresaltan.  El libanés, sonríe. Fortuna lo mira lasciva. Azar no cabe en sí. Él les desnuda con la mirada y acepta con morbo. Al final, la estadística es muy limitada. Están cerca de él. Y no se puede calcular el riesgo asociado a eventos muy raros. Más cerca. La paradoja de un riesgo escondido en un riesgo y por eso no se puede ver. Azar y Fortuna gozan de manera casi sensual. Es Nicholas Taleb, autor de la teoría de los cisnes negros.  

Click. ¡China! El revolver. 

Es surrealista. Una especie de «Ávida Dollars» macabro. Mujeres, sudorosas, moviéndose, música, y termina, e inicia, lamentable, brillos, colores, vacíos, niuyiiiir. Globos “2”, “0”, “2”, “0” flotan. Corny. ¿Y ese olor? Filas interminables de zombis-vida-real desgañitándose “por la de verdad, la ultimita” oportunidad de sentir una euforia tan intensamente como efímera. ¿El olor de nuevo? ¿Cruza por el hedor de la carne que no sabe que está muerta? ¿Por el sudor acedo del día siguiente? Llega inmaculado como si se tratase de algo anterior, casi primigenio. Parpadeo. A lo lejos lo escucho. Click. 

Parpadeo. Es de día. Es Washington. Cada movimiento parece desgarrar la tensión del momento. Y otra vez ese olor, al mismo tiempo conocido y antiguo. ¿La tensión es por la firma del pacto comercial entre Liu He, Viceprimer Ministro de China, y Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos, o por el olor? Azar y Fortuna miran, se divierten. Mientras tanto, en China, el número de expedientes sobre el escritorio crece exponencialmente. Es una montaña. Una curva de distribución normal.  Una curva que parece no aplanarse nunca. Todos dicen “enfermedad respiratoria, no identificada”. ¡Click! El gatillo del revolver se mueve. ¡El olor es Justiniano! 

Año 541. Imperio Bizantino. Del otro lado del “mundo”, Roma. La misma tensión. El mismo olor. Un muerto. Dos muertos. Tres Muertos. Un brote. Dos brotes. Comenzó con Justiniano, continuó con Mauricio y se extendió mucho más allá. Año 597. 50 millones de muertos.  20% de la población mundial.  Es el olor de la primera pandemia documentada en la historia.  ¿Un click metálico en pleno Siglo VI?  

Patrick Bolton, Morgan Despres, Luiz Pereira da Silva, Frédéric Samama y Romain Svartzma. Banqueros. En Suiza. Enero 2020. Un libro. Entre banqueros. Que no es de banqueros. ¿Cisne? Por los cisnes negros de Taleb. ¿El libanés? Sí, el de los riesgos que como son casi imposible que sucedan, no se detectan. ¿Y si suceden? ¡El caos! ¿Por qué verde? Porque los blancos son insulsos, los negros ocupados y los verdes artificialmente ecológicos.  ¿Título? “The green swan. Central banking and financial stability in the age of climate change”. Sólo falta que, ahora que China y Trump finalmente se están poniendo de acuerdo, nos salga un cisne verde de los ecologistas. Click. El martillo cae y golpea el tambor. Click.  Destello. Click. No era ecologista. Es epidemiológico. Azar y fortuna ríen a  mientras juegan damas chinas.  

Son demasiados click. Ya no lo percibo, pero hiedo. Era el olor al miedo ante una nueva pandemia. 2 de cada 10 murieron con Justiniano. Cick. Peste negra. Siglo XIV. 6 de cada 10 murieron en Europa. Click. Viruela. Pero llegó la vacuna en 1977. Click. Gripe española. Fría. Agazapada entre la guerra y la crisis económica de inicios del Siglo XX. 50 millones de muertos. Cick. AH2N2 (gripe asiática), 1957. 1 millón de muertos. Click. AH3N2 (gripe de Hong Kong), 1968. Un millón de muertos. Click. Ébola, primer brote en 1976, 8 de cada 10 infectados mueren. Se contuvo. Click.  VIH, años 80’s. 25 millones de muertes y contando.  Cick. SARS-CoV, 2002 y se contuvo. H5N1, 2005, contenida. AH1N1, 2009. Se contuvo pero con 575,000 muertes a nivel mundial. Síndrome Respiratorio de Medio Oriente, 2012. Mil infectados y 500 muertes, se contuvo. COVID-19, el 11 de marzo fue declarada la pandemia. Al momento, 311,306 muertes. Click. 

Azar y Fortuna se miran. No hay alegría ni tristeza. No son humanos. Metáforas. Su papel es tirar las fichas de dominó. De vez en vez, una ficha tira muchas más. Sin embargo, llevan prisa.  No les gusta lo que viene. Es económico. Eso no es un revólver; es una ametralladora. Dirty and human business. 

El consenso indica que la economía a nivel mundial va a caer en este 2020 -3% del PIB global. De acuerdo con las proyecciones de la Organización Mundial del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés) eso implica 13 y 22 millones de nuevos desempleados; pérdidas por ingresos de hasta $1, 720 millones de USD y, de manera particularmente preocupantes, entre 20 y 35 millones de pobres más en el mundo. Si México cae -6% habría 10 millones de nuevos pobres extremos por ingresos, es decir mexicanos a los que ya no les va a alcanzar para la canasta mínima alimentaria (proyecciones del CONEVAL). México puede caer -9% o más. 

Dirty and human business, indeed. 

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