miércoles, diciembre 18 2024

por Alejandra Gómez Macchia 

Llegó a mis manos el segundo libro publicado por Dorsia Editorial, una casa que empezó a hacer libros así de pronto, por puro amor al papel.

Se trata de una novela escrita por Mario Alberto Mejía, el quintacolumnista que por más de 25 años se ha metido en las aguas turbulentas de la política poblana, ocasionando que varios de sus personajes padezcan súbitos ataques de pánico, incontinencia fecal o que hasta hayan puesto patitas en polvorosa por las bombas que revienta sobre sus finos zapatos de cabritilla italiana.

A MAM, como es conocido entre la tropa, o lo amas o lo odias. Sin embargo, yo he sido testigo de cómo los que empiezan odiándolo y deseándole que un mal fario se pose de por vida sobre su perversa cabeza, acaban buscándolo como urgidas debutantes de palacio para ir a comer o a cenar.

 Mejía es un gran conversador, un chismoso profesional, un entrevistador nato, un bebedor que no se tambalea, pero antes de todo eso es un excelente escritor.

No hablaré de su poesía, pues él solo se encarga de promocionarse a la menor provocación. Si algo sabe hacer, eso es no dejar pasar por alto ningún festejo. Mario es un gran publirrelacionista de sí mismo, lo que lo convierte en una rara avis dentro del mundo de los escritores, que son buenos para escribir, tímidos al hablar, pero malos vendedores.

 

SE DICEN COSAS HORRIBLES DE TI empezó a escribirse en el WINGS del aeropuerto de Guadalajara, un lunes después de la clausura de la FIL de 2017.

En ese momento yo era pareja sentimental de MAM, y como todas las parejas que sobrepasan los cinco años de convivencia, lo alucinaba.

 

Para beneplácito de sus enemigos, dos años antes (2015) publiqué un libro titulado Lo que Facebook se llevó, en el cual hice un retrato cruel sobre el periodista y sobre el donjuán recalcitrante que dormía a mi diestra. Pero para desgracia de esos mismos odiadores y de aquellos que auguraban que ese libro iba a ser el objeto de mayor escarnio contra él, y el acabose atroz (con golpes bajos públicos) de nuestra amistad, la cosa se salió de su curso natural y terminamos siendo grandes aliados.

 

En esas andábamos cuando el engendro que el lector está a punto de leer se gestaba: una FIL en la cual conocí al traductor Miguel Sáenz, y donde bien pude haberme aventado un mambo con Emmanuel Carrére, si no hubiera llevado a su esposa.

Fue la mejor de las ferias a la que he asistido. Lo que no sabía es que unos meses después, MAM pasaría de ser mi pareja a ser mi carnal, y lo que menos intuía era que esos apuntes morbosos sobre los entretelones de la FIL se convertirían en el libro de la discordia.

SE DICEN COSAS HORRIBLES DE TI es una ficción muy parecida a la realidad, en la que los protagonistas son los escritores mexicanos de ayer y hoy, y sus egos revueltos.

Todos llevan sus nombres y apellidos, sin embargo, el autor advierte que, pese a los nombres, las historias no lo son… o no tanto.

Lo llamo “el libro de la discordia” porque en cuanto pude leer los primeros capítulos sentí cómo la envidia me recorría las venas. ¿Por qué no lo escribí yo? ¿Por qué él, mi peor enemigo?

 En aquel entonces MAM había retomado la escritura ya no sólo como periodista, sino como narrador, con una crónica puntual y sádica sobre los últimos cuatro gobernadores de Puebla. Miedo y Asco en Casa Puebla era la síntesis de veinte años de reportear en los comedores, en las salas y en las alcobas de la gente de poder.

Su prosa cáustica y limpia hizo leer hasta a los analfabetas a los que se retrataba con tal de verificar que su mundo no fuera plano y se les fuera a caer el cantón… cosa que sí sucedió.

 

Miedo y Asco… no representaba una amenaza para mí, para mi ego de escritora en ciernes. Si hay algo peor que una pareja después de cinco años y una retahíla de agravios, es una pareja de cinco años que se dedica a lo mismo.

Por eso SE DICEN COSAS HORIBLES DE TI originó un movimiento telúrico en esa casa que estaba a punto de abrir sus puertas para que uno de los dos saliera disparado.

 

Dice Tito Monterroso que siempre es difícil hablar de un marido. Por el contrario: no hay nada más sencillo que hablar de un ex marido. Lo complicado es hablar bien de él.

 

Vivimos una época en la que, como dice el bueno de Miguel Sáenz, “el virus de alguna u otra manera va destruyéndonos a todos”.

Coincido.

Creo que nunca previmos que nuestra fragilidad era más grande que nuestros egos.

Y de eso se trata SE DICEN COSAS HORRIBLES DE TI.

Los escritores que aparecen en la trama son sólo el pretexto: la nuez del relato se encuentra hincándole el diente a la cáscara que nos cubre a todos los que falsamente creemos que podemos pasar como clones dentro de una sociedad que continuamente espejea nuestros demonios.

 

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