lunes, noviembre 4 2024

De perfil/ Elena Tremblay G.

Fuera de los libros que en la escuela te obligan a leer, nunca me ha interesado abrir uno. Se preguntarán porqué si la gente dice que leer te quita lo burro y te abre las puertas del mundo.

Pues como lo oyen: odio leer. No aguanto el aburrimiento cuando leo: primero me arden los ojos y luego se me cierran hasta quedarme dormida. Así que cuando quiero tomar una siesta, voy al librerote de mi mamá y agarro el que se vea más aburrido. El que tenga las letras más chicas. Ese que se llama “Ulises” ha sido la neta del planeta. Cada que lo veo pienso: ¿cuánto tiempo se tardaría el señor que lo escribió en hacerlo? Pobre: si supiera que yo lo uso como método de dormir o a veces para aplanar carne molida que se convierte en hamburguesas…

Otro que es súper bueno para caer rápido es Moby Dick. Mi mamá compró una edición dizque muy chida con dibujos y toda la cosa. Cuando lo abro sólo veo los dibujos y me pregunto ¿tantas páginas para matar una ballena? Yo vi la caricatura hace muchos años así que ya sé de que se trata. ¿Moby Dick? ¿Qué onda con el nombre de la ballena? Es sospechoso si lo traduces: Moby Pene jajajaja.

Tengo 16 años y no se si deba avergonzarme de no leer. Mi mamá siempre está atrás de mí queriéndome obligar. Dice que si no leo seré una paria ¿qué es eso de paria? (tengo flojera que ir al diccionario, es un libro enorme) mejor lo busco en google ¡yeiii! Ya vi qué es ser paria. Yo no creo llegar ser una paria nunca.

Dice mi mamá cada vez que me ve de ociosa: “la vida se va a poner más cabrona y qué vas a hacer si no te abres el mundo mínimo con un libro”, y  pues sí. No dudo que se ponga cabrona la vida, pero mientras no se ponga así, lo que a mí me gusta es salir a fiestas, trabajar en el periódico y ver a mi galán. La neta no tengo tiempo para abrir un libro pff. ¿Es tan malo?

Y eso que mi mamá es escritora y ha publicado libros, los cuales nunca he leído. No por que no me interese ver qué onda con mi madre, es que simplemente me ataca esa enfermedad que mi generación trae desde que nacimos:  se llama hueva.

Okey, okey, ya sé lo que van a decir ustedes que me están leyendo: ¡Ay niña tonta!, abrir un libro te da más que una fiesta y que cualquier otra cosa. Pero para mí no es divertido, y vaya que lo intenté muchas veces e hice gastar a mi mamá en la Gandhi en libros como los de Crepúsculo o Harry Potter y pregúntenme qué hice con ellos… los tengo por ahí, ya hasta han de tener telarañas.

¿Será que tal vez no he encontrado el libro indicado para mí?

Igual.

Mi mamá siempre me dice que en vez de andar viendo estupideces en el Facebook abra un libro, y yo le contesto que Facebook es otra clase de libro porque está lleno de historias.

También dice que para poder escribir tengo a huevo que leer. Yo le digo que no, por eso estoy escribiendo acá y creo que no me sale tan del nabo. Obviamente que alguien me corrige la ortografía porque sí se me van varias letras de más y luego no pongo acentos y lleno esto de comas, pero ese trabajo lo hacen otros, lo importante es que lo que digo es lo que creo ¿no?

Yo sé que mucho niños piensan igual que yo (no todos, pero algunos).

Papás:

No obliguen a sus niños a leer!!!! Dejen que disfruten lo que les gusta si no por eso acabamos odiando los libros. Aparte no por que no lean significa que no serán exitosos.

Los libros que te da la escuela a leer son horribles. Los de la SEP ni se diga. Apenas vi en Facebook que los que hacen esos libros metieron una imagen de una mano con seis dedos ¡no mamesssss! Y eso que dicen que los que hacen libros deben leer libros, pues primero que aprendan a contar, ¿no?

Esos libros la neta no nos importan. En mi salón todos llevaban sus resúmenes bajados de internet. Y si llegamos a leerlos, los leemos por obligación y no disfrutamos esa lectura tan maravillosa que dicen ustedes.

Repito, yo nunca he leído un libro por mi parte, por gusto.

Mi papá me leía en voz alta el libro del Señor de los anillos (ese que tiene como 5000 páginas) y amaba que me lo leyera porque lo leía como actuándolo y te sentías dentro del libro. Así sí está coooool.

Conclusión: si tanto quieren que sus niños lean, también dejen el teléfono donde se la pasan en el chisme con las amigas y léanles el mentado libro. ¡Mínimo siéntense juntos a sus hijos!

Y si no quieren leerles, pues esperen hasta el que el chamaco quiera leer porque si nos obligan nos ponemos más rebeldes.

¡He dicho!

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