lunes, noviembre 25 2024

Inspirado en un texto de Alan Estrada.
Adaptado por: Víctor Manuel Espinoza y Juan Carlos Cortés

Si tuvieras la oportunidad de hablar con tu yo, pero del 2009… ¿qué le dirias?

Yo elijo esto…

Querido yo del 2009:

No te pregunto cómo estás, porque sé que bien, no te pregunto cómo vas… porque sé que bien.

No te pregunto qué es de ti, porque lo viví.

Sé que estás bien y los años que vienen también vas a estarlo.

Sé que quizás estás regresando a casa después de un día en la preparatoria.

Sé que te estás esforzando, pero no vengo a eso.

Tego menos de 5 minutos para adelantarte algo desde el futuro…

¿Sabes qué sucede cuando pasan los años?

Ves el amor de una forma diferente, te enamoras del alma de las personas, de su esencia, de lo que dejan en ti; solo quieres amor y tranquilidad, aprecias más la vida porque madura en ti, porque en un par de ocasiones la tuviste entre tus manos.

Notas que la conciencia te dice que nada es para siempre, y lo más importante: cada minuto que pasa, cada día que abres los ojos, sabes que es un regalo, un milagro para estar vivo.

Si vas a aferrarte a algo que sea a tus sueños, a tu pasión.

Sigue el mismo procedimiento, elige aquella licenciatura que no queríamos.

Elige el apodo con el que todos te conocen, brilla y haz brillar a los tuyos y no tan tuyos.

Sabrás lo hermoso que es crear algo desde cero, ver que existe algo tan grande, tan bello, tan fuerte para cambiar al mundo en donde antes no había nada.

Enamórate, vive, no te quedes sentado en el sillón, ve a la cama y besa, abraza, toca el alma.

Llora, camina, corre, ¡vive!

Levántate y sacúdete.

Trasciende…

No te distraigas, aférrate a tu plan… que yo sé lo que te digo.

Usa lo que ganas para alejarte, para trabajar en ti.

Procúrate, consiéntete.

Ámate.

Nunca dejes que nadie pase sobre tu dignidad, sobre lo brillante que eres.

Y tú puedes decir lo que es, o pelear por ello.

Cerrar tu mente o asumir el riesgo.

Puedes decir “es mío” y cerrar tu puño, o ver cada amanecer como un regalo.

Escucha todas las historias, cuenta todas las tuyas.

Cuando te caíste, cuando reíste hasta que te dolió el estómago.

Cuando le tiraste la torta a tu amigo, cuando tomaste 5 transportes para llegar hasta el otro lado de la ciudad.

Come solo, come en bola, come con el amor de tu vida. Sin prisa, sin arrepentirte.

Haz el ridículo, baila encima de la mesa.

Cuenta el chiste que más te gusta, haz reír hasta llorar.

Sé humilde, sé empático, nunca pierdas la capacidad de asombro…

Verás que el mundo se hará más pequeño, el obstáculo se hará más grande por obviedad.

Tu voluntad sumará o restará, depende de ti.

Personas que en este momento amas no estarán después.

Y personas que aún no conoces te harán sentir el cielo en la tierra.

Encontrarás amigos sinceros y verdaderos y amores que matan…

Pero nada que no puedas superar.

Me hubiera encantado entenderlo antes, ¡que no te pase!

Disfruta cada paso, cada bocado, cada beso y cada abrazo.

Cada sonrisa y cada guiño, cada baile y porra…

Disfruta todo lo que suma y elimina todo lo que resta.

Sigue escribiendo cartas, que esas nunca falten.

101 cosas que me gustan de ti, entrégalas diario, dibuja, pinta, expresa tu amor.

Canta y baila, observa y ríe.

En el futuro muy pocas personas lo siguen haciendo, ni cuando están de viaje.

Aunque las cosas vayan mal, siempre cree en ti como un campeón del mundo.

No te pregunto cómo estás, porque sé que bien, no te pregunto cómo vas… porque sé que bien.

Lo que si te pregunto… ¿Eres feliz?

Cuando lleguemos a viejos y veamos fotografías de nuevo, leamos cartas y viejos libros.

Veamos videos y tengamos nietos, solo quiero que digamos algo…

¡Que increíble vida tuve!

Tú puedes, solo quería recordártelo.

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