viernes, noviembre 22 2024

A Ras de Suelo
Por Iván Juárez

Recientemente se cumplieron 100 días desde que el primer caso positivo de COVID-19 fue dado a conocer de manera oficial en México. Llevamos más de 70 viviendo en la emergencia sanitaria declarada por decreto en el Diario Oficial de la Federación a finales de marzo. En este recuento diario, muchas vidas han terminado en la frialdad de un hospital por la enfermedad que nos caza desde la invisibilidad. Justo en esta etapa, de paulatino regreso a las actividades que nunca más serán como eran antes, es importante dimensionar y no dejar de tener en la mente el riesgo al que se han enfrentado desde el día uno el personal de salud y de seguridad en todo el país.

Foto: Katia Fernández

Este 16 de junio fue dado a conocer en la conferencia vespertina de la Secretaría de Salud federal números muy duros. Del total de casos confirmados acumulados, más de 154 mil, el personal de salud que ha tenido que atender a los pacientes y que se ha contagiado por su labor asciende a 32 mil 388 personas. Es decir, casi 21 de cada 100 contagios es padecido por profesionales y trabajadores de la salud. Siendo Ciudad de México, el Estado de México y Tabasco las entidades que más casos han presentado. Puebla ocupa la octava posición en caso acumulados y la cuarta con 262 casos activos al corte del 14 de junio.

De estos más de 32 mil casos, el 57 por ciento lo padecen mujeres siendo el grupo de edad más afectado entre los 30 a los 44 años. Son las y los enfermeros los que más han sido alcanzados por el virus pues del total de las profesiones del campo de la salud, este grupo representan el 41 por ciento de los casos. Penosamente, se han presentado hasta el 14 de junio 463 defunciones confirmadas por COVID-19 entre personal sanitario, representado el 2.5 por ciento de las más de 18 mil registradas entre el total de la población. Con poco más de 20 casos Puebla ocupa en este rubro la tercera posición nacional.

Ahora bien, existe otro grupo de servidores, mujeres y hombres, que no han dejado de ejercer sus responsabilidades y que además lo hacen bajo mayores probabilidades de contraer esta enfermedad. Nos referimos a los agentes policiales. Atendiendo las dinámicas propias de mantener el orden y brindar seguridad, en muchas regiones ahora también realizan labores de información y prevención para la población, lo cual no los ha mantenido alejados casos positivos entre las fuerzas armadas.

De acuerdo con un recuento hemerográfico realizado por Causa en Común, del 22 de marzo al 17 de junio se encontraron 419 casos de contagio y 151 fallecimientos en el país. Los estados con más casos con el Estado de México con 49, Ciudad de México con 19, Quintana Roo con 14, Baja California con 13 y Tabasco y Sinaloa con 10 cada uno. El registro se hizo consultando medios tanto nacionales como estatales. Al no ser cifras oficiales estos datos son solo una aproximación, de ahí la necesidad e importancia de que exista un reporte específico sobre casos positivos, sospechosos, decesos y sanados de este coronavirus en las fuerzas de seguridad de federal, estatal y municipal.

Otra de las situaciones adversas a las que se enfrentan nuestros héroes sin capa son las agresiones, actos de violencia y discriminación. De nueva cuenta, no existe registro oficial y constante sobre estos hechos. Cruz Roja Internacional informó en mayo que había detectado 53 casos de agresiones contra personal de la salud en 20 diferentes estados de la república, siendo afectados 94 individuos de manera directa, siendo Jalisco, la Ciudad de México y el estado de México los que presentan más casos. Ante esta situación el organismo hizo la legítima exigencia de dar la seguridad necesaria para que el personal sanitario realice sus labores en seguridad y con total protección. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) dio a conocer que durante marzo y abril recibieron 58 quejas de personal de la salud, principalmente por actos de discriminación durante el trabajo y en el espacio público.

Foto: Katia Fernández

Desafortunadamente no existe un número preciso de agresiones o actos de discriminación contra personal de seguridad. Sin embargo, por sus labores propias y ante la tensión social que permea en el ambiente, los medios de comunicación han reportado agresiones a agentes de seguridad y trabajadores de empresas privadas de seguridad principalmente por sus labores de protección de inmuebles, o en las de vigilancia durante la realización de acciones de sanitización o de prevención.

No hay que dejar de mencionar en reiteradas ocasiones se han dado a conocer que tanto trabajadores de la salud como policías realizan su labor sin los insumos de protección suficientes. Esto también los expone y a sus familias.

Recientemente en el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia gestionamos donaciones de parte de la sociedad civil de más de 12 mil productos de protección para agentes de policía y de procuración de justicia de distintas dependencias estatales y municipales para atender estas necesidades. Además, habilitamos la recepción de reportes de agresiones y falta de material de primera necesidad por parte de este grupo de servidores públicos mediante nuestra línea de atención 222 3 099 099.

El llamado es no sólo a evitar las agresiones sino a promover el respeto y la empatía por quienes a diario literalmente arriesgan su vida para que la nuestra permanezca fuera de peligro. Y cono siempre he señalado, haciendo nuestra parte, contribuimos al todo.

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