Réquiem por Lozano Alarcón
por Carlos Meza Viveros
En defensa de mi amigo Luis Miguel Barbosa
Introitus
(Adagio)
Metido en una cazo de cobre, cocinado a fuego lento, Lozano forma parte de la pedacería de la marrana política local.
No es la cabeza ni la trompa. Ni la nana ni el buche. Ni el rabo ni el tlalito.
Más bien representa lo más despreciable (y despreciado) de este noble cuadrúpedo que tanto y tanto nos ha dado.
(Una disculpa para los cuinos).
Kirie Eleison
(Andante)
Lozano es el viudo porcino…
Mientras tanto, la oreja saluda a la pata (#balada en ma mayor).
–¡Hola, Pata, buenos y bendecidos días!
–¡Hola, Oreja! tanto tiempo sin verte por esta cazuela.
–Ve, anda, pregúntale al chamorro si tiene tiempo para un coffee.
–Dile que invite al cuero y a la tripa, pero ¡por favor!, que no se aparezca el marrano de Lozano Alarcón. Porque dicen por ahí que está frito en manteca reciclada y ya apesta.
(Lo anterior viene a cuento por el parangón que Luis Miguel Barbosa me hacía en amena charla donde compartíamos el pan y la sal junto con su amada esposa y Hugo, su cuñado, escudero inseparable).
Dies Irae
(Vivace ma non troppo 1er movimiento/sincopado)
El día de ayer reapareció el famélico saltimbanqui de la política, Javier lozano Alarcón.
Su necesidad para no desaparecer del escenario político lo ha llevado a patalear en medio de esputos que nadie toma en cuenta, lanzando petardos ponzoñosos para atacar a nuestro candidato, Luis miguel Barbosa.
No cabe duda que Lozano se sigue resbalando en sus propias babas. Hoy desaprueba la designación del candidato de MORENA para gobernar el mosaico poblano en cada uno de sus espacios conformado por 217 municipios.
En plan carracuca, igual dispara su ponzoña inocua a nuestro Presidente de la república y su gabinete, y viene a hacerlo frente a los poblanos que desconoce y lo desconocen.
Quienes tuvimos la desgracia de tratar con él somos testigos del percal de este desafecto. Mandanga irredento. Camaleónico bizarro que igual es de derecha que de izquierda, pero al final, nada le acomoda.
Lacrimosa (Do #)
El caquéctico político, de manera vergonzante, hurga entre las cloacas de pasquineros y panfletistas para que le regalen un espacio donde pueda su figura aparecer.
Transformista de día y de noche, conocido como “Delito Alarcón”, para este oportunista zalagarda, “sus mejores tiempos” han pasado.
Hoy deambula como sepulcro salido de la imaginación de Juan Rulfo para recorrer de manera obscena su Comala particular: ese panteón que erigió a pulso echando mano de toda clase de estulticias y barbaridades.
Pelota de profesión (por no decir lameculos) pretende blindarse amarrando su dedo podrido de aporra pianos. Dedo que ni flamígero ni indiciario es, porque este personaje, como un tal Pedro Páramo, se ha desmoronado como un montón de piedras.
Offertorium
Como un oscuro Don Giovanni, no quiere apartarse del boato y la parafernalia que un día lo arropó.
Ni de la parafernalia ni de sus fiestas (o bacanales) donde la misoginia se hacía patente cada vez que celebraba su onomástico entre karaokes y comida libanesa auspiciadas por su prestanombres cuyo nombre no importa saber.
Hoy nuestro villano debe ser consciente que es un espectro al que no le queda más que lo que se robó.
Despreciado por todos; huidizo, reptante.
Ejemplo vivo del Trípode Lombrosiano…
Agnus Dei
Después de esta radiografía puntual, justifico al lector la razón de esta draconiana entrega (aunque creo que me quedo corto).
Son miles los adjetivos que este miserable Pánfilo se merece, pero el espacio que esta casa editorial me brinda es insuficiente.
Y que quede algo claro: no son descalificaciones, sino definiciones.
Lux Aeterna
Hoy Lozano vale lo de un ardite, un bledo, el dos de oros en la baraja. Y aprovecho la ocasión para recordarle que nuevamente recibió un revés jurídico ante las autoridades del fuero federal, en el asunto en el que patrocino a mi jefe, mentor y hermano mayor, Manuel Bartlett Díaz.
Pronto daré una rueda de prensa sobre el particular.
Pero ese es otro tema.
Recomiendo a nuestro personaje de hoy una visita breve por Catemaco, y aprovechando el viaje en busca de un Chamán, se cebe una buena porción de carne de chango (con perdón a los changos por tener que ser deglutidos por la probóscide de este torvo espécimen).
Ejemplar único de pintamonas de revistas, periódicos y hasta pasquines.
Es lo único que te queda, mano, para sobrevivir.
Ahora espero que tengas la gónadas suficientes y me lleves a los tribunales para que durante ocho años –como tu me hiciste disfrutar– te traiga de bote en bote en un procedimiento por daño moral (palabra que desconoces).
También recomendaría que te lo pienses dos veces porque el que apuesta sabiendo que va a ganar (y ese soy yo) es un tramposo.
¡Vamos, fanático de los culebrones políticos!, anímese y demande a este, su servidor.
Me disculpo con el lector por tan cutre dedicatoria, sin embargo creo que un camandulero de esta talla, se lo tiene bien merecido. Lo digo sin acritud, ¡pero lo digo!