domingo, diciembre 22 2024

Reportaje
Por Gabriel Mauricio Robles

El 24 de octubre de 2017, a propuesta del entonces gobernador José Antonio Gali Fayad, Ángel Minutti fue nombrado secretario de Fomento Económico del ayuntamiento de San Andrés Cholula con el aval del entonces alcalde Leoncio Paisano. A partir de esa posición modificó para su rancho San Martinito un uso de suelo ventajoso, muy por encima de toda el área.

Veamos:

Desde 2008, el uso de suelo considera una densidad de H0 para San Martinito, donde también viven cerca de cuatrocientas familias. En ese sentido, nadie podría construir nada que no fueran casas habitaciones.

Pero algo se movió al paso de este personaje por Fomento Económico. Y es que —juez y parte de la trama— detonó un millonario negocio inmobiliario en la superficie que comprende exclusivamente su rancho.

¿Qué hizo? Elevó su propiedad a uso de suelo H3, como lo describe el Programa de Desarrollo Municipal publicado en el periódico oficial el 4 de octubre de 2018. En otras palabras: nadie puede construir por arriba de la altura de una casa, pero en su rancho grande ya es posible construir edificios similares a los de Torres Perseo.

Hoy Ángel Minutti se promueve como el candidato de Tony Gali a la presidencia Municipal de San Andrés Cholula, y busca ir cobijado por el PAN. O cuando menos eso pregona en las mesas panistas. Jura, inevitablemente, que cuenta con el apoyo del grupo del ex gobernador.

HISTORIA DE DOS BARDAS

No conforme con alterar el uso de suelo, Minutti sumó algunas acciones adicionales —como si se tratara de un virrey o un vicealcalde— en la zona de San Martinito. Vea el lector.

En agosto pasado fueron construidas dos bardas —sin permiso de la autoridad municipal—, impidiendo el libre tránsito y atentando  contra las vidas de los residentes de la zona.

¿Qué viola?

El Código Reglamentario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.

Minutti cae, además, en un delito penal al afectar las vías de comunicación. Todo esto previsto en el Código Penal para el Estado de Puebla en los artículos 187 y 188 fracción II que precisan:  DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE LAS VIAS DE COMUNICACIÓN Y VIOLACIÓN DE CORRESPONDENCIA.

Tras esa arbitrariedad, el ayuntamiento de Karina Pérez Popoca le exigió a Minutti que documentara bajo qué contexto legal construyó las bardas en las vías publicas.

Hay que decir que una de las bardas se encuentra en la calle de Las Monjas, misma que se incorpora desde la vía Atlixcayotl a la vialidad Carril de San Martinito.

La segunda barda está al final de la calle denominada Carril a San Martinito. Además, cierra el acceso a una vivienda que forma parte de esta área.

Ante las denuncias ciudadanas por la construcción de las bardas, la Secretaría de Desarrollo Urbano colocó dos sellos de clausura en aras de iniciar un proceso de demolición, ya que que no cuentan con los permisos necesarios.

En próximos días, dicha Secretaría está por imponer las sanciones administrativascorrespondientes, mismas que pueden ir desde sendas multas hasta su demolición, así como  el pago de los gastos que se originen.  

UNA CASETA Y EL LUCRO

Ángel Minutti mandó construir también una caseta de vigilancia que controla el funcionamiento de dos plumas y por la cual cobra, de forma irregular, una mensualidad a los residentes. Esto lo hizo sobre la calle denominada Carril a San Martinito, vialidad de doble sentido y acceso principal a diversas viviendas. Hay que decir que dicha caseta tampoco cuenta con la autorización para su funcionamiento e impide el libre transito de los habitantes del área, regulado por el artículo 11 de la Constitución Política  de los Estados Unidos Mexicanos.

El gobierno municipal no tiene facultades para otorgar permisos de esta naturaleza debido a que no existe un régimen de condominio en el polígono de San Martinito y las calles son vía publica y no propiedad privada.

Las quinientas familias que habitan en el área no adquirieron sus propiedades bajo un régimen de condominio al exterior de sus fraccionamientos, por lo que  la caseta, las plumas y las bardas no pueden impedir el libre transito de quienes habitan el área.

En su afán monopolizador, Minutti regula y autoriza por escrito las construcciones que se realizan, reemplazando abiertamente a la autoridad municipal. Con esa audacia permite, además, la operación de una antena de comunicación a cambio de que sus familiares cobren una renta de 40 mil pesos mensuales por ocupar la superficie en la que se encuentra instalada.

Al decir de vecinos que pidieron la gracia del anonimato, algunas personas que han sido víctimas de cáncer no descartan a los efectos de la antena, misma que no debería estar instalada en un área habitacional.

Vecinos de San Martinito han recurrido a gestionar un amparo para solicitar la protección de la justicia federal por estas afectaciones a las vías publicas y a sus derechos.

Para demostrar que es dueños de las vialidades que son vías públicas, Minutti le presentó a la autoridad municipal una escritura de quien fuera propietario del rancho en 1930. Sin contar con la personalidad jurídica ni poder alguno, Minutti asegura que mantiene una espléndida relación con la autoridad municipal y se jacta de ser intocable.

YO TENÍA UNA VAQUITA…

Otro de los hechos que molestan a los habitantes de San Martinito desde hace años es que el rancho de Minutti no cuenta con los sistemas de tratamiento de desechos (excremento de ganado) que producen olores desagradables y antihigiénicos en toda el área.

Este tema ha sido retomado por los vecinos para que la Profepa, la Secretaría de Medio Ambiente del Estado y la Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal revisen las condiciones del rancho que afecta también la salud publica de quienes habitan en el área. Los vecinos molestos exigen igualmente la clausura por no respetar y atender los lineamentos de las autoridades de los tres niveles de gobierno.

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