Por: Víctor Fernández Espinoza
Foto: El País México
No pude esperar más. El fin de semana cumplí un sueño que me ha dejado sin palabras.
El gran premio de la Fórmula 1 se engalana con personalidades de la talla de Carlos Slim, José Abed, Claudia Sheinbaum, Candelaria López Obrador, empresarios, artistas, cantantes, influencers, políticos, además de las mejores escuderías del mundo defendiendo un motor y muchas marcas; pero más que eso, es el espectáculo que se vive, la vibra de la alegría de los mexicanos, la entonación del himno nacional, los aviones de la fuerza aérea mexicana, la gala de la guelaguetza y la gran representación y orgullo mexicano de Sergio Pérez en la pista, arrancando en el lugar número 14 y finalizando en el lugar séptimo de esta carrera, soñada seguramente.
En el desfile de presentación era el momento que el autódromo se hiciera presente con nuestro piloto; el grito de: “Checo, Checo, Checo” no dejaba de vibrar, el Mercedes en el que desfiló, como él: elegante, imponente, veloz.
Vaya que ‘Checo’ y su escudería (Racing Point F1 Team) nos hizo emocionarnos durante la carrera y cada vez que pasaba cerca de nosotros, aplaudíamos y gritábamos, obviamente ya no nos podía escuchar, y lo menciono porque durante algunos segundos era imposible escuchar a las personas que estaban a tu alrededor, mientras esos motores de 990 CV (por hablar de los Alemanes e Italianos, solamente) pasaban a unos metros de nosotros.
Las personas que me conocen saben que uno de mis sueños era ser espectador de tan gran fiesta por el color, la pasión y la adrenalina que se vive desde el día 1 del Gran Premio.
Hoy, ya miércoles con el inicio de una de las máximas tradiciones mexicanas, puedo decir que un sueño desencadenó otro sueño, del cual pronto escribiré.
Además de agradecer a mi jefe y mentor, el Lic. Meza y a su hijo; mi hermano y compañero de aventuras Carlos, tengo que agradecer la hospitalidad y el gran detalle de la familia Abed por invitarnos y ser excelentes anfitriones.
A Elías y sus grandes atenciones personales, a Yusif por la gran logística y planeación de todo y todos.
Continuando con la F1está El inglés, el rey de la pista durante más de la mitad de la carrera Lewis Hamilton; cerró de una manera espectacular junto con Vettel y Bottas.
Sin mencionar el DJ que revolucionó los años 2000, Tiesto, una forma única de la OMDAI de cerrar el Gran premio de México 2019.
No por nada, durante 4 años interrumpidos, han ganado el mejor evento del premio de la F1 durante las temporadas correspondientes, convirtiéndose en el primer país en ganarlo (tantas veces SEGUIDAS).
El intentar describir la sensación que sentía y vivía en cada vuelta, en cada zona, en los simuladores, en la zona de los suvenires es indescriptible, el poder cruzar y compartir, emociones, detalles, palabras y hasta una (algunas) cerveza con una gran familia, con hoy un amigo Antonio Attolini (que vaya desde hace un par de años lo vengo siguiendo), volver a coincidir con mi amigo, genio y artista; Bosco y compartir la tarde y fiesta del sábado con el, no puedo mas que agradecer lo que viví, lo que vivo y lo que creo y trabajo para que suceda.
El intentar describir lo que me erizaba la piel, el beat que sentía en mi pecho en la fiesta, que mis chistes encajaban y no había risas por compromiso (no habría por qué), porque bailé como nunca, porque me dio orgullo mi país como siempre, ver mi bandera y entonar el gran himno en un evento internacional. Me hicieron vibrar casi hasta las lágrimas (dato real) es algo que no tiene explicación, palabras, es algo indescriptible, algo que las palabras no pueden contar, pero sí mi mirada, sí mi nariz ruborizada.
Un sueño tachado de la libreta, un sueño que desencadenó otros tres.
Gracias, nunca me cansaré de esta palabra
Muchas gracias.