Por: Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla
Foto principal: José Castañares / Agencia Es Imagen
El pasado 25 de noviembre se firmó en Puebla una Carta de Intención entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana Municipal y el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado de Puebla para poner en marcha los trabajos que permitirán diseñar y establecer -en el 2020- la primera entidad de supervisión externa de la policía en el municipio de Puebla.
Esta figura pretende convertirse en una alternativa para mejorar el desempeño de la policía, como institución, pero representa también una oportunidad para reconstruir la confianza ciudadana hacia las y los agentes. No se trata de teorías abstractas o trabajo de escritorio, sino de materializar un mecanismo -inspirado en las prácticas internacionales más avanzadas- enfocado en recomponer la relación que mantienen policía y ciudadanía, caracterizada actualmente por la desconfianza y el desprecio mutuo. ¿Cómo se logra esto? Mejorando las condiciones a partir de las cuales las y los policías llevan a cabo su trabajo, al tiempo que se fortalece la transparencia y rendición de cuentas hacia la ciudadanía. Todo esto en el marco de una dinámica proactiva soportada en el aprendizaje y la mejora continua.
Esta semana, Puebla fue sede de un ejercicio inédito, no sólo para la entidad, sino para México y me atrevería incluso a decir que para la región latinoamericana. Durante el 25 y 26 de noviembre, la Conferencia Internacional sobre Controles Democráticos de la Seguridad y Supervisión Externa de la Policía reunió, en nuestra capital, a tomadores de decisiones, liderazgos técnicos especializados (nacionales e internacionales), representantes de la sociedad organizada y policías en activo de varias entidades del país para discutir por primera vez las posibilidades y alcances -y hay que decirlo también: las limitaciones- que el camino de la rendición de cuentas o accountability policial o puede traer para la dignificación y profesionalización de nuestras instituciones policiales (para conocer más sobre el evento ver: www.controlesdemocraticos.org)
Esta noción es altamente novedosa en nuestro país y en la región latinoamericana, pero lleva décadas aportando a la evaluación, modernización y profesionalización de la policía, así como a la reconstrucción de la imagen que la ciudadanía tiene de ella, a través de mecanismos de supervisión externa: entidades totalmente ajenas a las instituciones policiales (en estructura, gestión y presupuesto) pero que tienen entre sus objetivos y facultades revisar la labor de la policía, generar recomendaciones para reducir sus deficiencias e irregularidades, promover buenas prácticas y ayudar a que se ejerzan consecuencias (positivas o negativas). Todo esto desde el punto de vista institucional. Se trata pues de hacer una transición que deje atrás la mirada centrada solo en el desempeño de las y los agentes, en lo individual, para comenzar a analizar también qué condiciones institucionales son las que lo configuran.
De seguir contando con la apertura y voluntad política que el gobierno del municipio de Puebla y la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal han mostrado hasta ahora, Puebla será la primera localidad del país en contar con un mecanismo de esta naturaleza y en ese sentido la apuesta representa una condición sin precedentes que coloca a la entidad y sus instituciones como epicentro del desarrollo de estas prácticas.
Reconocernos en quienes nos buscan incansablemente brindarnos seguridad y a su vez recuperar la confianza en las y los agentes es una gran apuesta altamente necesaria en el escenario actual.