domingo, diciembre 22 2024

por Alejandra Gómez Macchia

Alejandra Macchia: En este mes se conmemora –no se celebra– un aniversario más del día de las madres. Sabemos el origen trágico de este evento, sin embargo, en México es la fecha más importante –junto con la Navidad– Norma: sabemos que tú eres madre, y al ser alcaldesa de San Martín Texmelucan, involuntariamente te conviertes en una especie de figura materna, un símbolo de protección para los habitantes… ¿Cómo asumir este papel en ambos casos, en la vida privada y en la pública?

Norma Layón: Es cierto, la madre es algo sagrado, sacralizado;  todo el mundo antepone la figura materna puesto que es un papel muy complejo, lo mejor que me ha pasado así como el más satisfactorio de llevar a cabo. En mi caso personal he disfrutado plenamente la maternidad. Ahora tengo un hijo que es adulto y al verlo realizado estoy segura de haberle fomentado valores fuertes como la importancia del trabajo, la honestidad, la lealtad, el amor propio, y el respeto hacia los demás, y pienso que lo he hecho bien puesto que es un hombre responsable educado y respetuoso. Ahora, respecto a lo que comentas de que al ser cabeza de un municipio, de alguna u otra manera la gente espera ser comprendida, cuidada y escuchada por el gobernante… es algo real; y en este tenor, no me cabe la menor duda que la figura materna es –en esencia– alguien que debe generarnos confianza.

En 4 años y medio de gestión, ya que estoy a la mitad del segundo periodo, el resultado ha sido precisamente ese: hay confianza de las y los ciudadanos en la mujer que está dirigiendo el Ayuntamiento. Y por mi parte, como con los hijos, he aprendido día a día de la gente que se acerca con alguna sugerencia queja o petición. Si como dices, el paralelismo de ser madre a asumir un liderazgo aplica, hay que mencionar también que la gente que me ha apoyado y ha depositado su confianza en mí, refleja lo que trae dentro. Todos saben que existen derechos y obligaciones, y las asumen con gran entusiasmo porque hay cercanía, respeto y cobijo. Estoy muy orgullosa las dos gestiones que llevo como presidenta municipal; el resultado de ese acercamiento –amoroso– por mi pueblo, y por mi tierra se traduce en solidaridad y aprovechamiento de los recursos y beneficios que se dan desde el servicio público.

AM: Además de ser madre, lo que implica ser ama de casa; eres empresaria y no dejas de ser empresaria por detentar un cargo público tan importante, ¿cómo equilibras las tres actividades?

NL: Estamos de acuerdo que la mujer es una fuerza de la naturaleza,  capaz de surtir y sacar hasta del terreno más baldío amor, disciplina, conocimiento y empatía para todos los que las rodean. Las mujeres que estamos en la función pública operamos con más calidez pues históricamente hemos sido administradoras del hogar; repartimos con justicia y proveemos de abundancia las mesas, aunque falte…No tenemos horarios porque la familia –y su protección– requiere de un bastión que esté fuerte 24/7. Yo crecí en un ambiente de mucho trabajo por parte de mis padres; mi padre –como proveedor y responsable de sacar a delante el proyecto– hizo una labor estupenda, pero yo veía a mi madre siempre atenta al cuidado de la casa y de sus hijos. Las madres nunca tienen miedo, o si lo tienen, se lo aguantan o avanzan con ese peso encima. Difícilmente se quiebran; nos quebramos, pero echamos delante de inmediato porque la responsabilidad anímica de esta sociedad recae sobre nosotras. La educacción y fortaleza sentimental, y ese límite entre el orden y la comprensión, entre el amor y la buena directriz, está ligado a no tener miedo ni truncar los sueños. No ahora. Vivimos un tiempo privilegiado, ¡mírame!, llevo a cabo tres tareas sumamente complicadas, y casi siempre me faltan horas para seguir trabajando.

 AM: Estás a cargo de uno de los municipios más grandes de Puebla, si no me equivoco es el tercero, que históricamente ha sido calificado como uno de los lugares más difíciles de gobernar  por ubicación, y las actividades económicas que se establecen ahí. Es un lugar, de alguna u otra manera, rebelde, ¿cómo es que eligen a una mujer como su lider?

NL: Mi familia es de San Martín; yo crecí acá, vi a mis padres trabajar acá, siendo parte de esta sociedad –como tú dices–  compleja, sin embargo, yo siempre tuve la seguridad en mi fuero interno de que los habitantes son personas inteligentes y leales, desgraciadamente la gente había sido muy castigada por los gobiernos anteriores, que estuvieron sumamente alejados. Suele pasar con los políticos de la vieja escuela; como decía el gobernador Barbosa: aquellos que veían el acto de gobernar como un burdo modelo de negocios y no como un servicio noble, y que en lugar de ayudar a su Estado –o a su municipio en este caso– llegaban a la silla, se compraban traje nuevo y se olvidaban de la gente. Ya con poder, empezaban a ver por sí mismos y sus allegados.

Siento que parte de lo que comentas de ser mujer, y tras haber sufrido siglos y siglos de marginación, me involucré con cada uno de los ciudadanos con franqueza, honestidad y verdad para poder ganármelos y que creyeran en mí y en un proyecto que se llama SAN MARTÍN TEXMELUCAN. La falta de apoyo nos desarrolló una conciencia mucho más delicada y sutil con respecto a no dejar que los nuestros perdieran la ilusión, pues ojo: el que vota por ti lo hace siempre ilusionado, aunque después los trataran como ilusos, que no es lo mismo ni es igual. La gente te elige para que los ayudes a que haya una mejor atención, proximidad, seguridad, orden, legalidad y gobernabilidad, para que seas el gestor en las diferentes dependencias y los 3 niveles de gobierno volteen a los municipios y ayuden en muchas tareas y responsabilidades, como por ejemplo, para que los niños tengan mejor educación, para ofrecer  mejor atención médica y mejores condiciones y herramientas en el tema de seguridad pública … De ninuguna forma estoy en contra de los hombres, y más que feminista, me decanto por el humanismo; por vivir dignamente.  Tengo un hijo que es hombre, admiro a mi padre y a mis hermanos; son gente de bien que me ha apoyado y que ha generado un patrimonio con base en el esfuerzo y el trabajo constante y permanente, y siempre cuidando las líneas de respeto y valor con aquellos a quienes les deben el éxito en sus negocios.

Todo en esta vida debe buscar el equilibrio: por eso si tú me das la oportunidad de liderar un proyecto, para mí –como mujer de estos tiempos– sería un doble pecado decepcionarte, ya que hemos luchado tanto por llegar, así mismo hay que responder.

Estamos viviendo la Cuarta Transformación, y no es solamente un discurso político; es un verdadero movimiento ideológico, que como todo movimiento ideológico que afecta intereses rapaces, va a ser criticado y los detractores van a tratar de mancharlo con rumores, sin embargo, los resultado ahí están. No se hacen en un día, ni en seis años, por eso es importante la continuidad con congruencia. La Cuarta Transformación está llena de mujeres chingonas, somos parte indispensable del movimiento, y afortunadamente el tema de la paridad ha puesto equilibrio en las cosas.

AM: Como todo personaje de poder, y tú lo acabas de comentar, tienes críticos. Gente que solamente está viendo cómo boicotear tu gestión, sobre todo porque –como decías– los que estaban acostumbrados hacer negocios, hoy tienen las manos atadas y corren el riesgo de irse a la cárcel. Supongo que en tu municipio así ha sucedido. Tienen ahí el tianguis más grande de México, y tratar con personalidades tan fuertes que, por supuesto también han sido maltratados, supongo que ha creado en ti una especie de coraza (que me queda claro que ya tenías), porque como mujer, una siempre debe de llevar armadura.

NL: Como mujer hay que aprender a rugir. De nada sirve ya ronrronear y esperar a que te apapachen. La gente va a reaccionar con el mismo temperamento y humor con la que sea tratada. Si tratas con respeto, y no dudas jamás de la inteligencia de la gente ni de su buena voluntad, ¡por supuesto que te va a retribuir con lo mismo! Un toma y da parejo, esto quiere decir: si a mí me falta algo, el otro me lo va a dar con gusto porque hay respeto entre ambos, y viceversa. Ha sido maravilloso ver,  por ejemplo, cómo la gente de San Martín, que estaba tan mal acostumbrada, o mejor dicho desconfiaba a la hora de hacer sus contribuciones por temor a que los gobernantes le robaran el dinero… de pronto ves que si tú les das confianza, si eres transparente y lo notan, y además hay claridad a la hora de saber a dónde se están yendo sus impuestos, ellos van a ir a cumplir con gusto, con ilusión. El error del viejo sistema siempre fue creer que la gente es  tonta, ¡y no es tonta!, el mexicano es esencialmente un ser cálido y que te otorga su confianza, te abre la puerta, también su corazón,  pero desgraciadamente somos un pueblo –como decía Octavio Paz– chingado, porque sexenio tras sexenio, o trienio tras trienio, los sátrapas del pasado han violado nuestra confianza y abrieron heridas. Andrés Manuel López Obrador, ha hecho un trabajo de cirujano suturando ese tejido que se rompió por la corrupción y los malos manejos. Hablas del tianguis… okey… es una fuente riquísima de empleos, de ahí viven miles de familias; hay una derrama local impresionante, y por supuesto que había sido muy maltratado y amañado por los gobiernos pasados. A qué me refiero con decir maltratado? Mira, maltratar no es solamente ignorar o golpear, sino no prestar oídos a sus necesidades reales, y sobre todo, maltratar también está emparentado al hecho de no establecer límites y orden, darle estructura, hacer que funcione justamente, sin jerarquías abusivas. Entonces, ¡claro que yo también he pisado callos y tengo mis detractores! ¡Por supuesto!, sin embargo, la respuesta que recibo es positiva porque que estoy haciendo bien las cosas; queda en evidencia a través del inédito hecho de que la gente quiso que repitiera. Con esa acción no necesito perder el tiempo peleando ni debatiendo con personajes que lo único que quieren es incendiar el municipio, porque así están acostumbrados. Tengo mucho trabajo, faltan muchas manos y llegar más lejos como para andarme deteniendo a oír palabras necias.

AM: Se avecina el proceso electoral, Norma. Ya repetiste dos veces alcaldía, supongo que querrás alcanzar una nueva meta. Se ha escuchado ya en diversos medios que, por lo menos, aspiras a una senaduría.

NL: Aspiro a seguir trabajando, y en cualquier trabajo hay que ver hacia adelante, ¿no? No es por intentar acaparar o atascarme… gracias a Dios nunca lo he necesitado.  Lo mío es una pasión genuina, como lo ha sido ser madre; así como soy de apasionada a la hora de apoyar a mis amigos… siempre estoy ahí para ellos; para callarle la boca a mis detractores, también ¡con hechos!. Entonces, cuando uno entra a la carrera de político, es imposible abandonar. Porque es una pasión, y no estoy hablando de una baja pasión, que es cuando el poder corrompe, te devora para mal… como cuando quieres más y más poder para llenar tu vida vacía, ¡yo estoy plena y soy una mujer feliz! Yo no aspiro a ningún otro cargo por la soberana idea de sacar raja o enriquecerme. ¡Realmente me encanta lo que hago y lo transmito a mi equipo y se nota y se siente. Me levanto todos los días muy temprano con ilusión,  con un gran entusiasmo. Me veo al espejo y creo que me sienta bien la posición de ser un canal de bienestar, de atender mañana, tarde y noche los problemas de mi municipio. El trabajo es mi alimento, lo que me mantiene fuerte y saludable. Eso es: de pronto se nos olvida que la política debe ser también algo higiénico. Y por supuesto que si mi partido me ve como una opción para el Senado, participaré con la seguridad de que haré lo mejor que pueda para ganar.

Todos los días veo al presidente en su mañanera y es admirable. Lo vemos ahí cotidianamente, con un gran humor: irónico con los que lo quieren dañar, informado. AMLO marca la agenda todos los días desde hace cinco años y su popularidad no baja.  Es una estrella del streaming, un gran maestro político, un jefe nacional respetable y admirable. Luego entonces, ¡cómo no seguir su ejemplo si te asumes parte de la 4T!

De eso se trata, de regenerar, de moverse, de estar en la conversación. De vivir con gran pasión todo lo que tenemos a nuestro alcance para ayudar a quien nos ha dado todo, como lo es nuestra tierra y nuestra gente. El presidente ha aguantado,  ha resistido los embates de quien abusa, ¡y aún así esta tierra es generosa abundante, agradecida y se refresca!, ¡como las propias mujeres!

Por eso digo que las mujeres somos la voz de la cuarta transformación.

Y por lo tanto, por supuesto que no pienso quedarme sentada sin ser parte de este evento, de aportar algo valioso a nuestra historia.

 

 

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