jueves, mayo 2 2024

Tala/ Alejandra Gómez Macchia

El exceso de cólera engendra la locura

(Epicteto)

Se le conoce como dualidad esquizofrénica.

No.

¿Trastorno de personalidad múltiple?

No.

¿Bipolaridad?

¡Nah!

Mejor le llamaremos “Complejo Dr. Jekyll y Mr. Hyde”.

Para quien no entienda, estos dos últimos personajes son la misma persona. Una persona que protagoniza la obra más conocida del escritor Robert Louis Stevenson.

Seguramente el lector se sentirá familiarizado con la trama (la pudo haber visto hasta en parodias de Disney). Se trata de un respetable doctor que por medio de su ciencia consigue transformarse cada noche en el torvo señor Hyde, es decir, el señor oculto.

Así pues, mientras que en el día el amable –e intachable– doctor Jekyll salva vidas y provee de bálsamos curativos a sus pacientes, por las noches cambia y se convierte en un monstruo que sale a matar gente.

Esta novela es, sin duda, una de las más manoseadas de la historia, ya que retrata a la perfección (llevado al límite) el problema de la doble personalidad que puede adoptar un individuo.

Acá en Puebla tenemos  nuestro propio ejemplar de Dr. Jekyll; que es nada más y nada menos que el senador Alejandro Armenta.

Y es que es incomprensible cómo este personaje cambia de un momento a otro: un día amanece y avienta toneladas de excrecencias al candidato Barbosa, y luego, le da el sereno, recula, y se pronuncia a favor de él.

Pero su trastorno no es nuevo…

Este martes por la tarde, Carlos Meza Viveros dio una pista la cual ningún reportero cachó; en el contexto de su rueda de prensa donde salió a replicar las estulticias de Alejandro Rojas Díaz Durán (y sus papeles caducos), el polémico abogado sugirió a los miembros de la prensa darse un paseo por Youtube y buscar los videos en los que Armenta Mier hace una defensa encendida hacia Barbosa y afirma que en las pasadas elecciones de julio hubo un fraude descomunal.

Ahora bien; parece que la gente ha olvidado por completo el zafarrancho que el propio Armenta orquestó a la hora de ir en “modo porro” (otra de las dualidades que ya más bien sería triada) a asaltar el hotel MM, donde supuestamente se había instalado la mapachera en la que se fraguó el fraude que le daría el triunfo a Martha Érika Alonso.

Armenta Mier es un caso digno del diván, y esto se comprueba con los giros que da cotidianamente, mismos que lo convierten, no en una grácil  Pavlovla de las duelas rusas, sino en un clon del demonio de Tasmania que oscila de un lado para el otro sin ton ni son.

También su historial patológico me recuerda a aquel eminente químico de la película “El señor Fotógrafo” de Cantinflas. La trama es la siguiente: el químico Raúl Penagos inventa La Bomba Z, que en realidad es una fórmula para mantener vivas a las plantas, sin embargo, la mafia rusa lo persigue porque quiere apoderarse de esa fórmula que le hará ganar guerras; de pronto, de la nada, Cantinflas (que es paria doblado de fotógrafo callejero) se topa a Penagos en un parque, pero ¡oh!, el preclaro químico parece tener un problema: tras recibir un golpe en la cabeza olvida que es el eminente químico Penagos, y así, en la más ridícula desorientación, cree que Cantinflas es su maestro y lo obedece en todo. ¿Cómo se cura el padecimiento de Penagos? Propinándole  otro golpe en la cholla…

Justo eso le sucede a Armenta.

¿Pues qué no estaba a favor de entronizar a Barbosa hace unos cuantos meses?

¿No se fue a partirle la crisma a los operadores morenovallistas al MM?

¿No subió a tribuna para ofrecer draconianos discursos contra el fraude?

¿Qué pasó entonces, chato?

De repente, y arrastrado por la más nauseabunda ambición, nuestro Dr. Jekyll se metió en el traje del Mr. Hyde,  (o en nuestro Penaguitos) y diariamente nos sorprende con un espectro variopinto de indecisión e incongruencia: ora le ofrenda incienso y mirra al candidato, ora (como oscuro truhán) defeca en la alfombra para marcar territorio.

Lo que está haciendo Armenta se traduce como el duro oficio de patear el pesebre, sin embargo, no está solo, ya que este manicomio tiene otros tres inquilinos: el senador Monreal y su lacayo Alejandro Rojas Díaz Durán; éste último actúa como testaferro del primero entrometiéndose en una elección en la cual no gana nada; todo con un fin ulterior: polarizar el clima interno de MORENA para que su jefe pueda hacerse del liderazgo del partido y desplazar a Yeidckol Polevnsky.

Lo que queda claro es que ni los pechos ni las mentes de esta triada esquizoide están del todo sanos.

Hoy mismo, horas después de que se dio a conocer la noticia de la denuncia que presentó Díaz Arana contra Barbosa, Armenta sacó el disfraz de Dr. Jekyll (o del delirante Penaguitos) y se mostró sumiso y genuflexo frente al candidato que hace meses defendió en tribuna…

¿Con qué nos saldrá mañana este deschavetado personaje?

Nadie sabe.

Es cuestión de esperar a ver si alguien lo espabila con su respectivo cocolazo en la cabeza.

Mientras tanto, todo parece confirmar la teoría que Meza Viveros desplegó en su pasada conferencia de prensa: “Estos tres mindundis le están haciendo la chamba al PAN (y a Cárdenas)”.

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